El Consejo de Ministros ha dado luz verde a la polémica ley trans de Irene Montero. Polémica por las largas y difíciles negociaciones que ha provocado entre el PSOE y Unidas Podemos, miembros del Gobierno de coalición, y por el rechazo que produce de una parte del feminismo. El anteproyecto de ley ya recibió luz verde hace un año y se aprueba en vísperas del Orgullo LGTBI, no ofrece «grandes cambios», según el Ministerio de Igualdad y mantiene el reconocimiento de la libre determinación del género y dejar de considerar enfermas a las personas trans.
Así, el Gobierno aprobará esta norma en la víspera del Orgullo LGTBI y un año después de que ya diera luz verde al anteproyecto tras unas largas y difíciles negociaciones dentro del Gobierno de coalición.
El Consejo de Estado aprobó el pasado jueves su informe del anteproyecto que se hará público cuando la ley se envíe a las Cortes; además Igualdad cuenta desde finales de abril con el del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que pidió elevar a 18 años la posibilidad de cambiar de sexo en el Registro sin aval judicial.
Ejes de la futura ley trans
El texto de Igualdad establece que el cambio de sexo registral se podrá realizar a partir de los 12 años: entre 12 y 14 años se necesitará aprobación judicial; entre 14 y 16, la asistencia de padres o tutores; y a partir de los 16 no habrá limitación alguna.
El órgano de gobierno de los jueces consideró loable la finalidad de la ley, evitar la discriminación de los colectivos trans y LGTBI, pero alertó de que, si no se precisaba, las mujeres podrían salir perjudicadas en ciertos ámbitos, como el deportivo o las pruebas físicas para acceder a determinadas profesiones. Este último punto es el que ha provocado tensiones en diversos sectores del feminismo.
Prohibición de las terapias de conversión
La ley ‘despatologiza’ a las personas trans, de forma que la voluntad de la persona será el único requisito para el cambio, acabando así con los informes médicos y la necesidad de tutelas médicas y legales. Además prohíbe las terapias de conversión.
Maternidad, filiación e intersexualidad
El anteproyecto de ley trans modifica el Código Civil para que las mujeres lesbianas y bisexuales puedan proceder a la filiación de sus hijos sin necesidad de estar casadas y, entre otras cosas, contempla un régimen de infracciones y sanciones que invierte las reglas relativas a la carga de la prueba cuando se trate de discriminación al colectivo LGTBI. En el caso de los menores intersexuales -que presentan al nacer características físicas de ambos sexos- se prohíben las cirugías de modificación genital hasta los 12 años.
Sensibilización y formación
Las estrategias para la igualdad de trato deberán prestar atención a la violencia LGTBI-fóbica y a la violencia entre parejas del mismo sexo, según el texto aprobado hoy por el Consejo de Ministros. También aparece la inclusión del conocimiento y respeto a la diversidad sexual, familiar y de género en el currículo educativo de todas las etapas, así como formación de profesorado en esta materia, además de la promoción de programas de educación sexual y reproductiva y de prevención de enfermedades de transmisión sexual.
No discriminación
El texto establece el deber de promover la igualdad de trato y la no discriminación del colectivo LGTBI en el ámbito laboral y en la convocatoria de ayudas y subvenciones de fomento del empleo. Por su parte, la futura norma se espera que cuenta con un despliegue de un régimen de infracciones frente a actos de discriminación a personas LGTBI, con sanciones de hasta 150.000 euros para casos muy graves.