El escándalo de Pegasus no parece ser algo que se vaya a resolver en el corto plazo. Además del supuesto espionaje a líderes independentistas, el presidente del Gobierno y la ministra de Defensa también habrían sido infectados con el software israelí. Según el Centro Criptológico Nacional, se extrajeron 2,6 gigas y 130 megas de datos del teléfono Sánchez, mientras solo 9 megas del dispositivo de Robles. Los ataques se produjeron presuntamente en junio de 2021 y haberlos anunciado ahora ha provocado la crítica unánime de partidos independentistas y Vox, entre otros. El Gobierno se escuda en que tuvieron constancia de estas intrusiones el pasado domingo, y por eso hicieron el anuncio el día siguiente. Sin embargo, la crisis ya se ha desencadenado y el horizonte más próximo es una Comisión de Investigación sobre el supuesto espionaje a políticos independentistas desvelado por ‘The New Yorker’ y ‘Citizen Lab’, propuesta por Podemos y que el grupo parlamentario del PSOE rechaza.
La condena unánime de los grupos parlamentarios añade todavía más presión al Gobierno, que tras los últimos logros conseguidos, como la excepción ibérica en el precio de la luz, ahora trata de gestionar una crisis que le ha explotado en las manos tras el supuesto espionaje a líderes independentistas.
Los teléfonos móviles que un presidente del Gobierno y sus ministros reciben cuando acceden al cargo están preparados por el CNI con sistemas encriptados y cortafuegos para evitar ataques
El ministro de la Presidencia y mano derecha de Sánchez, Félix Bolaños, ha asegurado este martes que se siguen analizando los teléfonos móviles de los miembros del Gobierno y hasta ahora no consta que haya más ataques. Bolaños, en una entrevista en la SER, se ha referido al espionaje a la exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, como publican varios medios de comunicación y ha dicho que no consta ningún informe que afecte a más políticos más allá de Sánchez y Robles.
Bolaños pide tiempo
Ahora está en el foco mediático Paz Esteban, directora del CNI, cuestionada por su responsabilidad en la infección de los teléfonos móviles con Pegasus y posible cabeza de turco, según publican varios medios de comunicación. Sobre si debe seguir en el cargo, Bolaños se limitó a señalar que ella sigue al frente del organismo y está trabajando para aclarar los hechos. Sobre las responsabilidades políticas, el ministro de la Presidencia he hecho hincapié en que la fase actual es la de aclarar los hechos y a partir de ahí, sacar conclusiones.
Los teléfonos móviles que un presidente del Gobierno y sus ministros reciben cuando acceden al cargo están preparados por el CNI con sistemas encriptados y cortafuegos para evitar ataques. Fuentes de la seguridad del Estado explicaron a Efe que es el Departamento de Seguridad Nacional quien entrega esos terminales a los miembros del Gobierno, a quienes recomienda que los usen «en exclusiva», si bien las fuentes consultadas reconocen que muchos de ellos también mantienen sus teléfonos personales.