El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha sentenciado poner límites a la capacidad de los estados miembros de denegar la ejecución de una euroorden emitida por otro país. Esta decisión judicial coloca en el foco a Bélgica, por la petición de entrega remitida por España en relación al exconseller Lluis Puig, cuando alegó que el Tribunal Supremo no era el órgano judicial competente para hacer tal demanda y alegó, además, riesgo de vulneración de los derechos fundamentales de la persona en cuestión. La sentencia señala también el camino al Tribunal Supremo para volver a reclamar a las autoridades judiciales de Bélgica la entrega de Puig, Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí.
La sentencia del alto tribunal de Luxemburgo establece que una autoridad judicial no puede denegar la ejecución de una orden de detención europea si no se demuestra la existencia de «deficiencias sistémicas o generalizadas que afecten al sistema judicial del Estado miembro emisor», según publica el diario El Mundo.
Sin embargo, tanto Puigdemont como su abogado, Gonzalo Boye, sostienen que el fallo del TJUE les da argumentos para seguir combatiendo su entrega a España. El ahora eurodiputado de JxCat ha repetido este martes que su objetivo es «volver libre» a Cataluña, pero «no volver para entregarme ni rendirme». «Yo siempre he trabajado para eso y hoy estamos más cerca», ha asegurado, tal y como ha publicado El Español.
No obstante, pese a clamar victoria, el expresidente catalán admite que la sentencia despeja el camino para que Llarena pueda enviar nuevas euroórdenes. «Las euroórdenes ya vienen de fábrica. Con razón o sin ella, siempre ha habido euroórdenes. Y también de momento ha sido bastante constante que las euroórdenes han sido o bien rechazadas o bien retiradas», ha señalado Puigdemont.