La moneda turca ha vuelto a caer este lunes. Y eso pese a que el Banco Central de Turquía ha anunciado algunas medidas para intentar apoyar a su divisa. Sin embargo, no han sido suficientes y el temido efecto contagio a otras economías empieza a asomar entre los expertos.
Así lo asegura a Voz Libre Viktor Szabo, gestor sénior de Aberdeen Standard Investments. Reconoce que “la preocupación” ha llegado ya a algunos ámbitos. “El mayor temor recae en los países emergentes que tienen un déficit por cuenta corriente de un tamaño similar y dependen del capital extranjero”, dice. Sobre todo, señalan a Argentina como el principal país en peligro.
Sin embargo, cualquier economía emergente está pendiente de la crisis turca. También Europa entera y Asia. Ambos continentes han visto cómo la caída de la lira ha golpeado a sus Bolsas. Tanto es que así que la Comisión Europea está ya en alerta por el efecto que podría tener sobre los bancos de la UE.
En algunos mercados emergentes han corregido ya las pérdidas. Y muchos las achacan a otros motivos, pese a que el efecto contagio les sobrevuela.
“Ha habido caídas en las divisas de otros mercados emergentes durante las últimas semanas, pero ha tenido que ver más con los problemas individuales de cada uno de ellos. El rublo, por ejemplo, está experimentando caídas frente al dólar por las nuevas sanciones de Estados Unidos y la fortaleza del dólar. Pero las autoridades rusas han mostrado ser extremadamente proactivas en los últimos años cuando se trata de poner en marcha políticas fiscales y monetarias prudentes en marcha de manera que se pueda asegurar a los inversores que la situación está bajo control”, cuenta Szabo.
Crisis durante años
La crisis en Turquía lleva años forjándose. “El país ha ido aumentando su nivel de autocracia, se ha permitido el sobrecalentamiento de su economía y no se ha llevado a cabo ninguna de las reformas que necesita; y sus instituciones, como el Banco Central, han sido continuamente socavadas”, asegura Szabo.
“Estos problemas se han acumulado como el agua en una presa”, compara. “Cuando las relaciones diplomáticas con Estados Unidos se rompieron por un intercambio de prisioneros, la presa se rompió. Ningún otro país ha tenido una plétora tal de problemas creciendo durante tanto tiempo”, explica.