Dos Batman, un Robin, Bin Laden, Spiderman, Supermán, el Hombre de Hierro y Capitán América son los candidatos más extravagantes a las elecciones de Brasil que se celebran este domingo 7 de octubre.
Todos ellos pelean por un escaño en las Asambleas Legislativas de sus respectivos estados. La llamada a urnas se ha convertido casi en una convención de superhéroes e incluso terroristas.
Entre los Batman, Spiderman o Capitán América se asegura que su misión es limpiar el país de la corrupción. El trabajo que tienen por delante es mucho. Aunque también abundan los que votarán a cualquiera que no huela a política tradicional. Por eso este tipo de candidatos extravagantes se ha multiplicado.
El Tribunal Superior Electoral de Brasil permite que los candidatos a diputados, senadores o gobernadores se presenten con el nombre que quieran. Siempre y cuando no sea ofensivo.
Spiderman de Amapá
Al norte de Brasil se presenta el Spiderman de Amapá. Por primera vez, un diputado regional de Podemos llegará a las urnas. En realidad se llama Aderilson Santos da Silva, tiene 45 años y su prioridad será luchar contra el desempleo.
Bin Laden
A sus 54 años se presenta por tercer vez a diputado federal por Sao Paulo con el Partido Patriota. Llama la atención sin duda su nombre, aunque cumple con todos los requisitos electorales para presentarse.
Capitán América
Lleva el nombre de Capitán América pero se llama Luiz Carlos de Paulo. Asegura que se convirtió en superhéroe después de estar “entre la vida y la muerte”.
Policía militar, recibió tres tiros en un asalto. Desde entonces, aseguró que haría que su vida valiera la pena. Entre otras cosas, acude a hospitales para alegrar el día a los niños con cáncer. De ahí quiere dar el salto a la política.
Todos ellos tienen como referente a candidatos anteriores, tan extravagantes como ellos. En 2010, el payaso Tiririca se convirtió en el diputado federal más votado del país. Hasta 1.300.000 de brasileños le apoyaron. Su eslogan fue crucial: “Voten por mí, peor de lo que está no va a ser”.
El caso más absurdo se dio en 1959, cuando 100.000 paulistas votaron al rinoceronte Cacareco, del zoo de Sao Paulo, ganando las elecciones a alcalde de la ciudad.