Desde la UE ya se ha pedido que se convoquen elecciones libres en Venezuela. Pero el proceso podría alargarse hasta seis meses para garantizar la limpieza del mismo. El propio Juan Guaidó ha calculado que podrían irse hasta los 12 meses. Un camino largo y de fondo.
Los expertos, por su parte, aseguran que más que plazos, tiene que hablarse de reunir las condiciones necesarias para unas elecciones libres completamente.
Lo primero que habría que hacer es reestructurar el Consejo Nacional Electoral (CNE). También los órganos de justicia electoral, en los que interviene el Tribunal Supremo y la Contraloría, una especie de Tribunal de Cuentas. Todos ellos poderes plegados a Maduro completamente.
Los miembros del CNE fueron escogidos en procesos irregulares y sus decisiones han demostrado ser parciales.
Por eso, muchos expertos coinciden en asegurar que lo primero para emprender este camino es cambiar de Gobierno. Y la propia llamada a urnas tendría que conllevar varias tareas. Desde hacerse público el cronograma electoral, con todas las tareas a cumplir, las postulaciones, auditorías o la elección de miembros de mesa. Para todo ello se requieren al menos seis meses.
Factor tiempo
Hasta ahora, algunos de los procesos de elecciones se han hecho a contrarreloj. Y de manera anticipada. Por no no hablar de los registros de votantes, que no se ha actualizado desde hace tiempo.
De hecho, habría que incorporar a más de dos millones de venezolanos que han cumplido la mayoría de edad desde la última actualización del padrón. Y también a los casi tres millones que han migrado en estos años y que tienen derecho a voto en unas elecciones presidenciales. Todo ello llevaría su tiempo.
Tiempo al que habría que añadirle el que tardara la posición internacional en crear un grupo de arbitraje.