Fue designada por la propia Angela Merkel como su sucesora. Estaba llamada a liderar a la CDU y ocupar el lugar de la canciller alemana, tanto en su país como en Europa. Pero Annegret Kramp-Karrenbauer ha caído incluso antes de empezar.
Ha sido ella misma la que ha anunciado a la dirección de la CDU que no será candidata. Que renuncia a presentarse a canciller de Alemania en las próximas elecciones. Y que abandonará la presidencia del partido.
Kramp-Karrenbauer ha explicado que “no tiene el objetivo de ser candidata a la cancillería alemana”. Y justifica su decisión por la tentación de un sector del partido cada día más significativo de aliarse con el movimiento de extrema derecha AfD. Todo ello derivado de la crisis de Turingia, que parecía superada.
“Una parte de la CDU tiene una relación poco clara con AfD y con el partido de izquierda radical Die Linke (La Izquierda)”, con posibilidades también de gobernar en Turingia. Por eso, la ‘nueva’ Merkel ha decidido rechazar cualquiera de las dos alianzas. Y considera que su candidatura implica la presidencia del partido. Por lo que renuncia a los dos cargos.
Será en verano cuando Kramp-Karrenbauer organizará un proceso de selección para encontrar candidaturas a la cancillería. Con su decisión, queda desmantelada la decisión de Merkel, que había preparado cuidadosamente su sucesión.
Nuevos candidatos
Así, tras caer la llamada nueva Merkel, se abre la carrera por ser candidato por la CDU. Siempre presente, Friedrich Merz, más a la derecha que Kramp-Karrenbauer. Cuenta con más apoyo entre los poderes financieros.
También han aparecido otros nombres. Como el de Markus Söder, actual primer ministro bávaro y presidente de la CSU.
La decisión de Kramp-Karrenbauer ha pillado por sorpresa al SPD, el socio de Merkel en el Gobierno de coalición. Algunos han aprovechado para pedir el fin de la legislatura.