La empresa que organiza el Mobile World Congress, GSMA, se reunirá este viernes para valorar si cancelar o no la edición de este 2020. Aunque la idea era continuar con normalidad, lo cierto es que la riada de bajas, acuciada por Intel este martes, ha hecho replantearse la celebración de la feria.
El miedo al coronavirus ha llevado a muchas empresas a cancelar su presencia en el Mobile. El miedo al contagio se ha llevado por delante a una decena de empresas.
Será el consejo general ordinario del Mobile el que se reúna en Barcelona. Y el que decida este viernes qué hacer con el congreso.
De nada parecen haber servido las medidas impulsadas para minimizar los riesgos. Muchos no creen que vayan a servir para frenar la expansión del coronavirus. Intel y la china Vivo se sumaban a las cancelaciones de Sony, NTT DoCoMo, Umidigi, Amdocs, Gigaset, LG, Ericsson, Nvidia y Amazon.
Las instituciones, por su parte, siguen cerrando filas y anunciando planes de colaboración con la empresa organizadora del Mobile para garantizar la seguridad.
La ausencia de todas las empresas que han anunciado su abandono dejará un espacio libre del 10% en el recinto ferial. Especial impacto tendrá en el pabellón 3, el más visitado.
Pese a la reunión del viernes y las dudas, los trabajadores siguen montando los stands. Y preparando la feria, considerada el evento tecnológico más importante del mundo. Además de uno de los congresos que más dinero mueve.
Impacto económico
Inicialmente, los organizadores del Mobile estimaron en 492 millones de euros el impacto de esta edición. Y calcularon que superarían los 110.000 asistentes. Ahora, se da por hecho que será imposible alcanzar esas cifras.
En 2019, el congreso batió récord de asistentes. La mayoría de ellos, procedentes de China. Por lo que se espera que muchos no vuelen a Barcelona.
Brote en Barcelona
Algunos expertos han pedido ya aplazar el Mobile para evitar una transmisión del coronavirus en Barcelona. «Una sola introducción tendría una probabilidad de entre el 20 y el 30% de causar un brote», ha advertido en RAC1 el investigador Oriol Mitjá.
Fuera de China, la tasa de mortalidad es pequeña. Pero la transmisión es alta y difícil de controlar. Y recordaba que ambientes como los de una conferencia son propicios para expandir el coronavirus o cualquier virus respiratorio.
