El epicentro de la pandemia del coronavirus, la ciudad de Wuhan, vuelve a estar en alerta. Después de detectarse un nuevo foco de contagios locales, hasta seis en el mismo complejo residencial, han decidido ponerse manos a la obra con una medida inaudita. Las autoridades quieren hacer un test de Covid-19 a sus 11 millones de habitantes.
Desde que se levantó el confinamiento el pasado 8 de abril, es la primera vez que se registra un foco de contagios en Wuhan. Y no quieren que bajo ningún concepto se repita ni el confinamiento ni los nuevos casos.
Por eso, se ha encargado a los responsables de los diferentes distritos de la ciudad un plan para establecer cómo se llevarán a cabo las pruebas a todos los vecinos. Tienen un periodo de diez días.
Esos proyectos deben priorizar las pruebas a los grupos más vulnerables de población. Es decir, allegados de pacientes de Covid-19, personal médico, ancianos y pacientes con patologías previas.
El plan para hacer test a los 11 millones de habitantes de Wuhan es, cuanto menos, ambicioso. Y refleja la ansiedad y preocupación del país por una segunda ola de contagios. En un momento, además, en que China creía haber eliminado al coronavirus por completo. Todo ello después de estrictas medidas de confinamiento que cerraron Wuhan a cal y canto desde el 23 de enero hasta el 8 de abril.
Evitar repuntes
El testeo masivo ayudaría ahora a evitar un repunte y, dicen las autoridades, es la mejor manera de garantizar la salud y seguridad de todos sus ciudadanos.
Desde el desconfinamiento, la ciudad ya había ampliado su capacidad para realizar pruebas. Sobre todo en grupos específicos. Entre ellos, maestros, sanitarios, trabajadores del transporte público o de servicios.
Wuhan sigue en el ojo del huracán. Sobre todo, después de que Trump relacionara el origen del virus con un accidente en un laboratorio de alta seguridad de la ciudad. Algo que ha negado China.
Pero no es la única. En la misma provincia a la que pertenece Wuhan, Hubei, la ciudad de Shulan fue puesta en cuarentena este pasado fin de semana. La aparición de un foco de al menos 12 infectados levantó las alertas. El resto de China parece funcionar ya con relativa normalidad. Aunque el uso de mascarilla es prácticamente obligatorio en todos los ámbitos.