Aunque parezca mentira, aún hay países en los que el acoso sexual en la calle no es delito. Ahora, uno de ellos ha decidido luchar contra esta lacra aprobando una ley histórica que entra en vigor este miércoles. Y ese no es otro que Marruecos.
Hasta hace poco, el acoso callejero a las mujeres en la sociedad marroquí era un tema tabú. Entre las razones, el miedo a las víctimas a ser estigmatizadas o a perder su trabajo. También la incomprensión social hacia ellas, muchas veces culpadas de ser las responsables del acoso por su manera de vestir o comportarse.
Sin embargo, la sociedad en Marruecos y, sobre todo las mujeres, está cambiando. Ahora rechazan ese acoso sexual que, además, está considerado como una plaga en el país. Muchas denuncian en redes sociales lo que ahora ya por ley podrán hacer ante la Policía.
Y es que la nueva ley castigará con hasta seis meses de cárcel y una multa de unos 900 euros (10.000 dirhams marroquíes), a quienes acosen a una mujer en «espacios públicos». La penalización establece castigo para «actos, dichos o gestos de carácter sexual o con fines sexuales». Pero también «mediante mensajes escritos telefónicos, electrónicos, grabaciones o imágenes de carácter sexual, o con fines sexuales».
La ley histórica aprobada por Marruecos llega después de varios sonados casos de acoso sexual. Entre ellos, el vídeo publicado en agosto en el que un grupo de jóvenes intentaba rodear a una mujer en plena calle. O el de la bloguera alemana que denunció cómo varios hombres la acosaron en su paso por la localidad de Chauen. Hasta que apareció un hombre que fingió protegerla y terminó acosándola. Además de robar sus documentos y dinero.
El procedimiento
Ahora, muchas mujeres se preguntan qué procedimiento tendrán que seguir para denunciar. Y es que la ley, aunque histórica, deja todavía en el aire cuestiones fundamentales. Entre ellas, cómo se puede probar un caso de acoso callejero. O en qué modalidades se abre una investigación. También cómo debe actuar un juez.
De hecho, pese al avance, hay algunas ONG’s que han criticado que no se pondrán medios para llevarla a cabo. Así, la tachan de «mero escaparate» por su «lenguaje vago». «Hay que tratar el acoso callejero como un atentado contra el orden público. Nuestros informes muestran que más del 33 % de los casos de acoso derivaron hasta la agresión sexual», denuncian desde Mobilizing for Rights Associates.