El académico Bernardo Arévalo de León fue oficialmente investido como presidente de Guatemala para el período 2024-2028 en una solemne sesión en el Teatro Nacional de la capital guatemalteca, celebrada con diez horas de retraso. Este acontecimiento se produjo después de una transición tumultuosa que estuvo plagada de intentos de boicot, tensiones e incluso congresistas encerrados bajo llave.
La jornada de investidura, que debió comenzar a la medianoche del domingo, enfrentó numerosos obstáculos por parte de algunos parlamentarios de la Legislatura saliente, quienes plantearon dificultades para su realización. A pesar de las adversidades, el nuevo Congreso finalmente quedó constituido, desbloqueando así la toma de posesión de Bernardo Arévalo.
El presidente saliente, Alejandro Giammattei, optó por no asistir personalmente a la ceremonia de traspaso y delegó la entrega de su cargo a través de su secretaria, argumentando que debía realizarse antes de la medianoche del 15 de enero.
El retraso en el acto protocolario llevó a que diversos invitados especiales, incluyendo los presidentes de Chile, Paraguay y Costa Rica, así como el rey de España, Felipe VI, abandonaran la capital guatemalteca antes de que diera inicio la ceremonia.
Manifestantes en favor de Arévalo
En las afueras del Teatro Nacional, cientos de manifestantes exigían a los diputados que respetaran la ley, mientras que dentro de la cámara algunos congresistas retuvieron y encerraron a otros diputados, generando horas de tensión, caos y enfrentamientos con la Policía.
A pesar de las dificultades, Europa, Estados Unidos y países de Sudamérica expresaron su total respaldo a Arévalo y solicitaron el traspaso de poder en Guatemala.
Bernardo Arévalo de León, de 65 años, supone un símbolo en la lucha contra la corrupción para muchos votantes en Guatemala y asume la presidencia tras ganar las elecciones en agosto del año pasado. En su discurso de investidura, Arévalo declaró: «Nunca más el autoritarismo», agradeciendo a los guatemaltecos por su sabiduría y destacando la protección de instituciones como la Corte de Constitucionalidad y el Tribunal Supremo Electoral.
Arévalo de León, junto con Samuel Pérez Álvarez, presidente del Congreso elegido también en esta jornada, son fundadores del Movimiento Semilla, un partido nacido de las manifestaciones contra la corrupción en 2015 que llevaron a la caída del Gobierno de Otto Pérez Molina.
El nuevo presidente prometió una «nueva primavera» para Guatemala, inspirándose en el gobierno de su padre, Juan José Arévalo Bermejo, entre 1946 y 1951, una de las administraciones más destacadas en el desarrollo del país centroamericano. Acompañado de su esposa, Lucrecia Peinado, Arévalo recibió la banda presidencial en medio de aplausos y sonrisas, marcando un nuevo capítulo en la historia de Guatemala.