La fase de grupos de la Copa del Mundo Qatar 2022 llega a su recta final. Las selecciones nacionales participantes en el primer mundial de fútbol en un país de Oriente Medio apuran sus opciones de clasificarse a los octavos de final. Entre los conjuntos que optan por una plaza en las eliminatorias finales se encuentran Irán y Estados Unidos. Sin embargo, el encuentro entre los combinados iraní y estadounidense también tiene un plano geopolítico importante, por las complejas relaciones diplomáticas que atraviesan los dos países. El partido que cierra la última jornada del Grupo B vuelve a demostrar que a veces están en juego mucho más que el balón sobre el césped.
La tensión política entre Estados Unidos e Irán se remonta a la década de los 70, cuando la toma de rehenes estadounidenses en Teherán provocó la rotura de relaciones diplomáticas entre los dos países. En aquel momento, los intercambios comerciales entre los dos países también cesaron por el apoyo de Estados Unidos a Irak en la guerra que mantenía con los iraníes.
El tema nuclear, un elemento crítico
Una situación muy parecida a la que se vive en la actualidad en la guerra de Ucrania. Estados Unidos no ha dejado de apoyar a Ucrania desde el comienzo de la operación militar de Vladimir Putin. Por su parte, Irán es uno de los principales apoyos de Rusia en el contexto internacional. El tema nuclear sigue presente en las relaciones diplomáticas de Estados Unidos, Ucrania, Irán y Rusia. La escalada bélica en territorio ucraniano llegó a poner en alerta a la Organismo Internacional de Energía Atómica, cuyo director general visitó Zaporiyia personalmente para supervisar el estado de una de las mayores centrales de energía nuclear de Europa.
El embajador de Irán en España, Hassan Ghashghavi, aseguró en mayo de este año que su país se posiciona a favor de que la guerra en Ucrania termine. Asimismo, el diplomático subrayó el apoyo de Irán a Rusia y dirigió críticas a la OTAN y su supuesta «provocación» por tentar a Ucrania de ser incluida en la Alianza Atlántica.
Con todo ello, mientras en el terreno de juego Irán y Estados Unidos se juegan el pase a octavos de final en el Mundial de Qatar 2022, un complejo contexto geopolítico se antoja crucial en el orden mundial. La política internacional está más presente que nunca en los terrenos de juego y el balón de fútbol es una herramienta diplomática más que millones de espectadores ven a través de sus pantallas.