Es tiempo de luces, dulces y decoraciones navideñas. Y en 10 ciudades de Europa la Navidad se vive con más intensidad si cabe. Muchos aprovecharán este puente de la Constitución para visitar algún destino europeo. Y, si tienen suerte, disfrutar de los mejores mercadillos navideños del continente.
Aunque en España también hay algunos muy tradicionales, como el de la Plaza Mayor de Madrid, repasamos algunos de Europa. Desde Viena a Bruelas.
Viena
El de la capital austríaca es el mercadillo de Navidad por excelencia. Y es que no hay uno solo. Casi todas las plazas de la ciudad se llenan de casetas de madera en las que se vende desde artesanía local hasta objetos decorativos de lo más variados.
Los más conocidos, el del Palacio de Schonbrunn y el del Ayuntamiento. Aunque hay otros más relajados como el del barrio de Spittelberg o el de Karlsplatz.
De lo que no hay duda es de que Viena celebra la Navidad intensamente. Y no solo la capital, otras ciudades de Austria como Salzburgo o Innsbruck tienen también conocidos mercadillos navideños.
Núremberg
Al igual que Austria, Alemania es la cuna europea de los mercadillos de Navidad. De entre todos, destaca el de Núremberg. Existe desde hace más de 4 siglos. La decoración suele dejar al turista con la boca abierta. Sus calles peatonales con aires medievales ayuda sin duda a ello.
Las especialidades locales como las almendras tostadas o las Lebkuchen (galletas con especias y miel), regadas por el Glüwein (vino caliente especiado) son lo más buscado.
Tallin
Otra ciudad de entorno medieval que se transforma en cuanto la Navidad asoma. Ni el frío ni la nieve impide disfrutar de sus mercadillos. El más importante, el del Ayuntamiento, donde se juntan más de 50 puestos, siempre rodeando a un enorme abeto decorado.
Destaca la artesanía de cristal. Y en comida, sopas calientes, salchichas y chucrut es lo más demandado.
Praga
Es el mayor mercadillo de toda la República Checa y el más bonito. Si ya el centro histórico de la ciudad es de los más espectaculares de Europa, con los puestos navideños se multiplica su belleza.
La plaza de la Ciudad Vieja, la plaza Wenceslao y la de la República son los puntos más tradicionales. El encendido de su árbol de Navidad, el 29 de noviembre, es la cita imprescindible. Y aunque ya haya pasado, el puente de la Constitución es una fecha perfecta para disfrutar de él.
Estrasburgo
El de la ciudad francesa se inauguró en 1570 y es el más antiguo de Francia. Quizá por su proximidad con la frontera alemana. Artesanía, confitería local y disfrutar de las luces de noche son los grandes atractivos de este mercadillo.
Se conoce como Christkindelsmarik y se sitúa en la plaza Broglie de la ciudad.
Copenhague
Aprovechando que se hace de noche muy pronto, la ciudad permanece iluminada durante muchas horas. Lo que hace poder disfrutar de su mercadillo casi desde mediodía.
Además de comer y beber, son frecuentes los conciertos de música alrededor de los mercadillos de la ciudad. El más conocido, el del Tivoli Gardens.
Budapest
Al igual que en otras capitales europeas, se organizan varios mercadillos en toda la ciudad. El más grande se monta en Vorosmarty tér, junto a Vaci utca, la calle comercial más importante.
Sus delicias gastronómicas son lo más llamativo de sus puestos.
Estocolmo
Pasear por las calles adoquinadas y angostas de Gamla Stan, con nieve y frío se convierte en la estampa navideña por excelencia. Son numerosas las plazas que albergan puestos navideños.
Al igual que en Madrid, las castañas asadas son lo más tradicional. El mercado más conocido es el de Skansen, que se convierte casi en una especie de museo al aire libre, donde se puede ver a los artesanos en acción.
Zúrich
El ambiente de negocios y banca se cambia rápidamente en cuanto empieza la Navidad en la ciudad suiza. La zona del Limmat se vuelve un lugar romántico y lleno de encanto con los mercadillos y artesanía y luces. El más grande y espectacular se sitúa en la estación central. Acumula hasta 160 casetas decoradas.
El más antiguo y tradicional se sitúa en el corazón de la ciudad. Y en la plaza Werdmuhleplatz se instala el famoso ‘Singing Christmas Tree’. A su alrededor varios coros ponen música a la Navidad.
Bruselas
La capital de Bélgica se vuelca con la Navidad. Allí se puede disfrutar de un mercadillo de 2 kilómetros, un árbol gigantesco en la Grand Place y de una gran noria con la que ver toda la ciudad, entre otras cosas.
Además, se instala una gran pista de patinaje sobre hielo con la que demostrar las habilidades deportivas.