Tras llegar al 15% de los diputados conservadores, la moción de confianza quedó activada de manera automática. Concretamente fueron 48 de los 317 miembros que tiene el partido en la Cámara de los Comunes. El siguiente paso fue una votación privada y secreta.
Theresa May necesitaba la mayoría simple (159) para salir vencedora. El resultado de esa votación se tradujo en una clara victoria para la Primera ministra del Reino Unido. Con el apoyo de 200 parlamentarios frente a los 177 que votaron en contra, May logró la mayoría de la Cámara de los Comunes por lo que puede respirar aliviada.
De lo contrario, May hubiera tenido que dimitir e inmediatamente se habrían convocado unas primarias en el partido conservador donde Theresa May no podría presentarse.
En esas hipotéticas primarias, los candidatos que han estado al acecho de la caída de May habrían cobrado fuerza. En estos momentos, el exministro de Exteriores Boris Johnson y el exministro del Brexit David Davis son los mejores posicionados. Pero el candidato que recabaría los máximos apoyos del partido conservador sería Sajid Javid, ministro del Interior. Estos tres miembros son los favoritos para sustituir a May en el cargo.
Con esta victoria, Theresa May sale reforzada y asegura su liderazgo hasta finales de 2019. Ahora mismo, la única vía que queda para desbancar a May es una hipotética moción de censura por parte del partido laborista.
Y ahora, ¿qué ocurre con el Brexit?
Respecto al Brexit, todo sigue igual. May seguirá siendo la encargada de insistir a Europa una modificación del acuerdo. Esa es la manera de conseguir los apoyos de la oposición. Con esta victoria, May podrá retrasar la votación en la Cámara de los Comunes sobre el acuerdo del Brexit hasta antes del 21 de enero de 2019.
Hasta esa fecha Theresa May trabajará a contrarreloj para modificar el acuerdo con Bruselas. De momento hay tiempo pero no en exceso, y el Brexit aún continua en el aire.
