El aislamiento social, el cambio de hábitos y el confinamiento para evitar el coronavirus está provocando, sin embargo, muchos problemas en el sueño. El insomnio afecta a una gran parte de la población estos días. Pero hay maneras de prevenirlo.
Las dos causas principales, apuntan los expertos son el ciclo de luz y oscuridad y el cansancio. Por la cuarentena, muchos se despiertan más tarde. Ya sea porque se ahorran desplazamientos para ir al trabajo o bien porque se han visto afectados por un ERTE y no tienen que ir a trabajar.
Pese a que los expertos han recomendado levantarse a la misma hora de siempre, es difícil no arañar algunos minutos más a las sábanas. El problema es que al despertar más tarde, se pierde luz solar de la mañana. Algo clave para que el cerebro interprete que dentro de 12 ó 14 horas tiene que irse a dormir.
Por otro lado, la actividad física ha bajado. Y aunque muchos intentan seguir en forma en casa, no es el mismo efecto que salir cada día a hacer vida normal. Algo que incide, sin duda, en el cuerpo.
El insomnio influye, además, en otros factores. Como la irritabilidad. Está comprobado que aquellos que duermen menos horas presentan niveles de ansiedad e ira más elevados. No tienen ganas de hacer cosas y les falta energía. Otros tienen problemas para concentrarse y hay quien se queda todo el día en pijama, provocando una desorganización de los hábitos diarios. También se producen más episodios de pesadillas y el ánimo decae con asiduidad.
Son muchos los que han consultado a los médicos por problemas de insomnio. Las preocupaciones propias de la epidemia tampoco ayudan a conciliar el sueño de manera normal. Por eso, los expertos señalan que hay que cambiar ciertos hábitos.
10 consejos
Los expertos tienen 10 consejos para evitar que el coronavirus también nos robe horas de sueño.
- Mantener una rutina y establecer un horario fijo para ir a dormir.
- Buscar el sol de la mañana y el aire fresco para exponerse a él.
- Pensar en algo agradable antes de ir a dormir. Las preocupaciones deben quedarse fuera de la cama.
- Vincular la cama únicamente para dormir. Es decir, evitar trabajar, estudiar o hablar por teléfono en ella.
- Evitar las siestas. Y si no se puede, que no sobrepasen la media hora.
- No llevarse el móvil ni la tablet a la cama.
- Hacer ejercicio durante el día y evitarlo antes de irse a dormir.
- Tratar de relajarse lo máximo posible. Buscar algo que distraiga y despeje la menta.
- Aunque el entretenimiento es fundamental, no hay que quedarse hasta tarde ver series o películas.
- Consultar al médico si los problemas para dormir empeoran, pues es importante tomar medidas a tiempo.