La nueva campaña de la DGT, denominada ‘Magia’, consiste en un vídeo en el que se reproduce un trayecto cualquiera de una ciudad cualquiera, en el que los semáforos, los vehículos y los peatones aparecen y desaparecen al paso del automóvil, situación semejante a la que se produce cuando al volante se mira el móvil: que se dejan de ver señales, semáforos en rojo o peatones cruzando.
Y es que al hablar por el móvil deja de captarse hasta el 50% de las señales y el riesgo de sufrir un accidente aumenta entre 4 y 9 veces, riesgo similar a cuando se registra una tasa de 10 gramos por litro de alcohol en sangre. Según la normativa vigente, la tasa máxima permitida es de 0,5 gramos por litro.
https://twitter.com/DGTes/status/935456012114497536
Además del ‘spot’ de 20 segundos que se difundirá en televisión, se ha grabado uno de 30 segundos para redes sociales de la DGT y del Ministerio del Interior, así como de sus organismos, con la idea de que su visionado llegue al mayor número de personas posible con el objetivo de concienciar sobre el peligro real que supone usar el teléfono conduciendo.
Igualmente se han grabado varias cuñas informativas que podrán escucharse en las distintas emisoras de radio y que apelan a la necesidad de prestar toda la atención a la conducción, de ahí, que el eslogan utilizado para esta campaña sea ‘Al volante, si miras el móvil de vez en cuando, solo ves la carretera de vez en cuando’.
La campaña se complementa con la vigilancia en las carreteras, pues el ministro del Interior, José Ignacio Zoido ha informado de que se han dado instrucciones a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) para que controlen el uso del móvil en carretera.
“Tenemos que seguir trabajando con esfuerzo, profesionalidad y dedicación para reducir los accidentes y las víctimas en nuestras carreteras”, ha manifestado Zoido, que ha advertido de que al volante, “nunca” se ha de utilizar el móvil.
https://twitter.com/DGTes/status/935465081130844160
https://twitter.com/DGTes/status/935486060745887744
EL USO DEL MÓVIL, DETRÁS DEL 31% DE LAS MUERTES EN CARRETERA
Para avalar el elevado riesgo del uso del teléfono mientras se conduce, Zoido ha dado una serie de datos. Así, ha recordado que las distracciones están detrás del 25% de los accidentes y del 31% de los fallecimientos por accidentes de tráfico, según las Principales Cifras de Siniestralidad Vial de 2016.
Entre las distracciones más frecuentes se encuentra el uso del móvil, acción que es catalogada como práctica muy peligrosa por el 94% de los conductores, según el estudio del RACC, mientras que el último informe sobre hábitos de conducción realizado por Axa y ‘Ponle Freno’ señala que el 25% de los encuestados reconoce que habla por teléfono sin utilizar el dispositivo de manos libres y un 18% confiesa que responde a dichos mensajes mientras conduce. Igualmente, un 43% asegura utilizar WhatsApp mientras conduce.
Según ha recalcado el máximo responsable de Interior, al marcar un número en el móvil a una velocidad de 120 kilómetros por hora se recorre, sin ver la carretera, una distancia de 429 metros, equivalente a unos cuatro campos de fútbol. Y si se escribe un mensaje mientras se está al volante, se llega a recorrer una distancia de 660 metros “a ciegas”.
Asimismo, según la AAA Foundation for Traffic Safety (Asociación Americana de Automovilismo), usar el móvil para mandar mensajes implica las tres formas de distracción existentes: la distracción visual (mientras los ojos van leyendo la pantalla); la distracción cognitiva (la mente está ocupada elaborando el mensaje); y la distracción manual (los dedos van tecleando las letras o botones); es decir, acciones que multiplican por 23 la posibilidad de accidente.
“Por ello, el uso del móvil al volante es la principal preocupación de todos los países de la UE y ello, debido al incremento de accidentes y víctimas por esta causa”, ha comentado el ministro, al tiempo que ha recordado que los accidentes de tráfico son “la principal causa de muerte no natural en España” y, por tanto, una de las “grandes prioridades” del Gobierno.
