Con toda la plantilla y el cuerpo técnico sobre el verde del estadio Santiago Bernabeu, el lugar donde el equipo blanco ha ejecutado sus épicas gestas, el Real Madrid disfrutó de otra noche mágica, la última de la temporada, aunado con la afición que poblaba la grada, para compartir con cada seguidor la conquista de la decimocuarta Liga de Campeones. Marcelo, emocionado, entre lágrimas, el jugador con más títulos en la historia fue abrazado por el resto de sus compañeros.
El festejo aunó los éxitos de la competición europea y de la trigésima quinta Liga que el Real Madrid cerró con antelación y cuya fiesta fue aplazada por la final de la Liga de Campeones. Sin embargo, la euforia desatada por el madridismo fue por el torneo continental. La forma en la que consiguió el éxito, el recorrido, propició que la afición se volcara. Fue de las más celebradas.
“¡Campeones, campeones!”
Alrededor de la Cibeles se montó una plataforma y un escenario con una pantalla gigante, como en la reciente celebración del título de Liga, y los jugadores y cuerpo técnico se fueron bajando uno a uno del autobús acompañados de cánticos de “¡Campeones, campeones!” por los madridistas que se reunieron para disfrutar de la celebración.
💫 ¡Viviendo un SUEÑO en el Bernabéu! 💫 #CHAMP14NS pic.twitter.com/DerBA2X8sP
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) May 29, 2022
Algunos de ellos ya habían estado allí la noche anterior, cuando tras el pitido final del partido la zona se llenó de aficionados que acudieron a participar de la alegría colectiva en el lugar tradicional de celebración de los éxitos del Real Madrid.
El encargado de ataviar a la diosa Cibeles con la bufanda y la bandera del club fue el brasileño Marcelo, quien vivió este domingo con especial emotividad debido a que es su última celebración como futbolista del Real Madrid y por ello se despidió con un beso de la diosa.
Eden Hazard hace una promesa al madridismo
Tanto Marcelo como Vinicius, Ancelotti, Alaba, Kroos y Courtois se animaron a cantar con la afición madridista y el belga Eden Hazard quiso dejar un mensaje de optimismo: “Llevo tres años aquí y el próximo año voy a darlo todo para vosotros“, dijo ante el cariño de sus compañeros y los aplausos de los fanáticos que también pidieron el Balón de Oro para Benzema.
Tras 40 minutos de celebraciones, con una afluencia de aficionados que recuerda a la séptima y la décima, en las que se rompieron muchos años de sequía madridista en Europa, los protagonistas retornaron de nuevo al autobús descapotable para dirigirse al estadio Santiago Bernabéu, donde estaba previsto el fin de fiesta del Real Madrid.
Todos los caminos llevan al Bernabéu
El Bernabeu fue el último punto de encuentro. El homenaje final a la plantilla que llegó tras vestir a la diosa Cibeles con los colores blancos. Allí esperaban horas antes miles de personas. Los jugadores y el cuerpo técnico dejaron de lado los trajes de los actos institucionales y se pusieron de blanco. Con una camiseta conmemorativa a las catorce ‘Champions’.