Tras lograr el apoyo de Europa casi al completo, Juan Guaidó quiere dar un paso más. Y ese no es otro que permitir la llegada de ayuda humanitaria desde EEUU. Algo que pondrá a prueba el respaldo militar a Maduro.
Es una operación logística diseñada por la Administración Trump. Se trata de un convoy de camiones lleno de alimentos y medicamentos. Llegará en los próximos días a la ciudad colombiana de Cúcuta, en la frontera con Venezuela. Además, otro convoy se acercará por la frontera brasileña.
Esta ayuda humanitaria determinará el respaldo de los militares a Maduro. Casi los 2.000 generales de las fuerzas armadas se han mostrado leales al Maduro. Sin embargo, eso podría cambiar ahora.
De hecho, la propia ayuda, en cajas estampadas con la bandera americana, pretende lograr una rebelión de las fuerzas armadas. “Los líderes militares y policiales en Venezuela ahora deben decidir si van a ayudar a que alimentos y medicinas lleguen al pueblo, o si van a ayudar a Maduro”, tuiteaba el senador republicano por Florida, el cubano estadounidense Marco Rubio.
Los riesgos
El envío de ayuda humanitaria desde EEUU no deja de conllevar sus riesgos. Hará falta la colaboración de ONG’s como Cáritas y Cruz Roja. Pero Domink Stillhart, del comité internacional de ésta última, advirtió que es difícil proporcionar la ayuda sin el consentimiento de Maduro.
La gran falta de medicamentos y comida es una de las bazas de Guaidó contra Maduro. El autoproclamado presidente venezolano aseguraba que hasta 300.000 personas corren el riesgo de morir. Y que ellos tienen que ser quienes reciban la ayuda inmediatamente.
Si no se logra una rebelión militar que deje pasar la ayuda, el intento de cambio caerá en saco roto. Quedará únicamente el embargo petrolero. Lo que provocará aún más desabastecimiento y necesidades en el país.
Por su parte, Maduro respondía a esa ayuda. “A Venezuela no puede hacérsele una propuesta falsa de ayuda humanitaria”, decía Maduro. “¡No somos mendigos!”, se quejaba.