Cada vez son más las voces dentro de Reino Unido que reclaman la convocatoria de un segundo referéndum sobre el Brexit para revertir la decisión tomada en la votación del 23 de junio de 2016 de salir de la Unión Europea. El último en hacerlo ha sido una destacada figura política: el alcalde de Londres, Sadiq Khan.
A falta de seis meses para que se consume el divorcio y sin acuerdo todavía con la UE, Khan, del Partido Laborista, señala en un artículo publicado en el diario ‘The Observer’ que en Reino Unido ahora mismo sólo hay dos escenarios posibles: un “mal acuerdo” o “ningún acuerdo”.
El alcalde de Londres admitie que no imaginaba pedir la convocatoria de un segundo referéndum, pero que está cada vez más alarmado por la “caótica” situación de las negociaciones con Bruselas, rodeadas de “confusión” y “en punto muerto”.
En su opinión, el debate actual está centrado en las ambiciones políticas del exministro de Exteriores, Boris Johnson, en vez de en la importancia de concretar un pacto con la UE. En los últimos días, los medios revelaron que varios diputados conservadores euroescépticos se reunieron en Londres para estudiar cómo apartar del liderazgo a la primera ministra británica, Theresa May, con la que no comparten su propuesta de Brexit suave contenida en el conocido como plan ‘Chequers’.
Esta propuesta contempla crear un área de libre comercio para bienes después del Brexit, lo que evitaría los controles de aduanas y mantendría abierta la frontera irlandesa, algo que los euroescépticos rechazan por considerar que el Reino Unido seguiría ligado al bloque europeo y haría difícil negociar con países fuera de la UE.
Una votación con la opción de seguir en la UE
Sadiq Khan considera que es necesario “un voto de la población sobre cualquier acuerdo del Brexit alcanzado por el Gobierno, o una votación en caso de que no haya acuerdo, junto con la opción de permanecer en la UE“.
Hay incertidumbre sobre si Londres y Bruselas podrán alcanzar un pacto para octubre, la meta que se han fijado, si bien el negociador comunitario, Michel Barnier, dio a entender hace unos días que podría haber acuerdo en seis u ocho semanas. Uno de los principales escollos es la frontera entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte, pues el objetivo es mantenerla abierta a fin de no perjudicar el proceso de paz.