El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha cumplido finalmente con los augurios que venían avisando de que quería allanar el camino hacia la moderación, marcando distancias con Vox, la formación a su derecha, y ha destituido a su portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, denominada verso libre por muchos de sus compañeros por no responder a las estrategias de disciplina interna. En su lugar situará a la exalcaldesa de Logroño y vicesecretaria general de Política Social del PP, Cuca Gamarra.
Casado pretende así “proponer una remodelación del equipo directivo” y ejecutar un giro hacia la moderación reclamada por algunos barones del partido. Tres días después de la destitución de la portavoz parlamentaria, el jueves 20 de agosto, se celebrará una Junta Directiva Nacional para aprobar los cambios. Pero Álvarez de Toledo no ha esperado a la cita y ha opinado ante la prensa sobre su cese. «Considera que mi concepción de la libertad es incompatible con su autoridad. Es una visión de su autoridad que no comparto», ha expresado sobre la decisión de Casado.
La diputada del PP por Barcelona también ha mandado un mensaje a José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, que será el nuevo portavoz nacional del PP, un puesto de nueva creación. “He dicho cosas heterodoxas, pero jamás las he dicho en detrimento de la autoridad del señor Casado ni de los intereses del centro derecha español. Casado necesita personas con criterio propio. Lealtad y criterio propio son compatibles en mi opinión», comentó a las puestas del Congreso de los Diputados ante la prensa.
Cuca Gamarra tiene un perfil más moderado y orientado al giro que Casado quiere darle a la oposición
Casado nombró portavoz a Álvarez de Toledo a pesar de las advertencias de los barones moderados del partido. Tras la reciente victoria de Alberto Núñez Feijóo en Galicia, el área moderada del PP pidió cambios a su presidente, y el primero ha hecho caer a la portavoz. “No puede ser que el discurso de la portavoz no coincida con el de los barones más poderosos del partido”, señalaba un dirigente.
Por estos motivos, Casado decide apostar por Cuca Gamarra, la exalcaldesa de Logroño, de talante moderado y más orientada al giro hacia el que el líder del PP quiere dirigir la oposición. Él mismo la defiende como “una buena negociadora que logró acuerdos con el PSOE en el Ayuntamiento de Logroño”. Quizás sean esta las nuevas intenciones de los populares, bajar el tono y recuperar el mensaje de Rajoy, apostando por la gestión. Alejarse de Vox, impedir que Ciudadanos le pise su propio terreno en el centro derecha y abrirse a pactos con el PSOE.
Son muchas las áreas en las que el PSOE, necesitado de apoyos parlamentarios, podría encontrarse más cómodo con un PP más moderado. Desde la aprobación de los presupuestos de 2021 a las soluciones económicas a la gran crisis laboral en la que España está inmersa y que se agravará en otoño, tras el desastroso verano sanitario y turístico, hasta acuerdos para la renovación de órganos judiciales y de RTVE. El PP no parece que quiera dejar en manos exclusivas de Ciudadanos el protagonismo de los pactos. Por otra parte, las relaciones del PSOE con Unidas Podemos no parecen estar en el mejor momento. Los diferentes puntos de vista respecto a la marcha de Juan Carlos I a Abu Dabi y los propios problemas de Pablo Iglesias en su partido, ponen en peligro el actual gobierno de coalición de izquierdas.