El Gobierno consolidará los cuatro años de duración para la mayoría de los grados universitarios en España, en vez de la fórmula de los tres años de grado y dos de máster a los que abrió la puerta el ministro José Ignacio Wert en su etapa de ministro de Educación (2011-2015).
El nuevo real decreto de ordenación de las enseñanzas universitarias, al que ha tenido acceso Efe, establece la estructura básica de la oferta académica, actualmente vigente, configurada en tres etapas: Grado, Máster y Doctorado.
La estructura esencial del modelo universitario será: grados de 240 créditos, másteres de 60, 90 y 120 créditos y el doctorado al que se accede habiendo superado los 300 créditos en las dos etapas formativas anteriores
En este sentido, consolida el que los Grados sean de 240 créditos, con la única excepción de aquellos que por directrices europeas deben ser de 300 o 360 créditos.
Fue en la etapa de Wert cuando un real decreto, en consonancia con lo aplicado en otros países europeos, permitió que las universidades pudieran ofrecer de forma voluntaria entre 180 y 240 créditos (3 y 4 años, respectivamente), con lo que quería facilitar la internacionalización de los egresados españoles en Europa.
Dicho decreto, conocido como «decreto 3+2», provocó el rechazo de parte de la comunidad educativa al considerar que los grados de menor duración obligarían a realizar un máster de dos años, que son más caros
Además, añade, podrán incorporar prácticas académicas externas, con el objetivo de reforzar la formación recibida por el estudiantado mediante el desarrollo formativo tutorizado por la Universidad en instituciones, administraciones, empresas, organizaciones sociales y sindicales, y en otras entidades, para poner en práctica las competencias y habilidades adquiridas.
Por su parte, la Generalitat de Cataluña ha indicado que el nuevo real decreto de ordenación de las enseñanzas universitarias que prepara el Ministerio «va en la dirección contraria a la que debería» ya que la decisión de mantener los grados «se debería dejar en manos de la autonomía universitaria».