Los Presupuestos de 2022 han superado este jueves su primer escollo parlamentario, la votación de las enmiendas a la totalidad en el Congreso, y afrontan ahora el debate de las enmiendas parciales con el reto de afianzar los apoyos conseguidos.
El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2022 había recibido siete enmiendas a la totalidad -presentadas por PP, Vox, Ciudadanos, JxCAT, CUP, Foro Asturias y Coalición Canaria- que han sido rechazadas con por 188 votos en contra, frente a los 156 a favor.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha celebrado en su cuenta de Twitter que con esta votación se da «un primer paso» para la aprobación de unos Presupuestos «que inician una nueva etapa» y avanzan hacia «una sociedad más igualitaria».
Los grupos que han facilitado la tramitación de las cuentas -los mismos que apoyaron los Presupuestos de 2021, a los que este año se suma BNG- han advertido a lo largo de dos días de debate que el hecho de permitir la tramitación del texto no presupone su voto favorable.
Así, a partir de ahora arranca la negociación de las enmiendas parciales, un trámite en el que el Gobierno aspira a reeditar, al menos, los apoyos conseguidos en las cuentas de 2021, que fueron aprobadas en el Congreso con los votos de once partidos (PSOE, Unidas Podemos, PNV, ERC, EH Bildu, PDeCAT, Más País, Compromís, Nueva Canarias, Teruel Existe y el PCR).
Los socios del Gobierno avisan
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha advertido al Gobierno de que todavía «depende de los mismos para las mismas cosas» y, por ello, les ha instado a rebajar la «soberbia» porque no habrá acuerdo hasta «convertir estos Presupuestos en algo un poquito mejor».
En ese mismo sentido se ha pronunciado la diputada del PNV Idoia Sagastizábal, quien ha asegurado que todavía «falta un buen trecho para acordar los Presupuestos», una negociación que en el trámite de enmiendas parciales pasará por avanzar en la denominada «agenda vasca» e incrementar las inversiones en el País Vasco.
Igualmente, el portavoz de EH, Bildu Óskar Matute, ha señalado que «el Gobierno deberá ganarse nuestros votos» con un buen acuerdo en materias económicas y sociales «que mejore la vida de los vascos», porque el rechazo a los vetos no es un «cheque en blanco».
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha mostrado su disposición al diálogo siendo consciente de que «nunca este Gobierno tiene un cheque en blanco» del resto de partidos, sino que tiene que «sudar la camiseta» para lograr sus apoyos, algo que confía en hacer en las próximas semanas.