El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la creación de un impuesto temporal que gravará los beneficios extraordinarios de los bancos obtenidos por el aumento de los tipos de interés, así como la gratuidad de los abonos de cercanías y media distancia de Renfe de septiembre a diciembre. El anuncio coincide con una etapa en la que el gobierno de coalición vivía algunas tensiones por el caso Pegasus, la mayoría absoluta del PP en Andalucía que pisa los talones a Sánchez en las encuestas y la división que suscita entre PSOE y Unidas Podemos la pertenencia de España en la OTAN.
Una vez recabado el apoyo de Unidas Podemos por su giro a la izquierda en el debate del estado de la nación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha visto este miércoles cómo sus socios parlamentarios le han pedido cuentas haciendo valer sus votos de cara a la aprobación de las medidas económicas anunciadas.
Medidas anunciadas
El impuesto anunciado por Sánchez se aplicará sobre los ejercicios 2022 y 2023 a las entidades con ingresos superiores a 1.000 millones de euros y se estima que recaudará 1.500 millones por cada año, según ha avanzado el presidente este martes durante su intervención en el debate sobre el estado de la nación.
Este tributo se suma al ya anunciado el pasado 25 de junio para las grandes empresas energéticas (eléctricas, gasistas y petroleras), que en este caso gravará los beneficios extraordinarios derivados del alza de los precios de la energía.
Los socios hacen valer sus votos
«Usted no puede permitirse prescindir de nosotros», le ha advertido gráficamente el portavoz del PNV, Aitor Esteban, pensando no solo en el respaldo que el Ejecutivo de coalición necesitará para sacar adelante decisiones tan relevantes como el impuesto temporal a la banca y a las compañías energéticas, sino en el año y medio de legislatura que queda por delante, e incluso en lo que venga después.
De «parches» ha calificado la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, las medidas expuestas por el presidente en su discurso inaugural del debate, por lo que le ha emplazado a ir mucho más allá en ese «nuevo giro a la izquierda», incluso nacionalizando las eléctricas, como ya han hecho otros países europeos «nada sospechosos de ser comunistas».
Tanto Aizpurua, que no se ha olvidado de invitar a la izquierda «romper amarras» con «el régimen del 78» y «las hipotecas heredadas» de la dictadura, como Esteban han reprochado a Sánchez el modo de actuar del Gobierno y le han hecho ver que los necesita para seguir.