UGT y CCOO han suspendido la huelga del metal indefinida de la provincia de Cádiz iniciada el 16 de noviembre después de que los delegados de las empresas del sector hayan apoyado el preacuerdo alcanzado con la patronal y se hayan organizado asambleas de trabajadores para informar de los detalles de este documento.
Una de las claves para paralizar la huelga tras 9 días de manifestaciones ha sido el cumplimiento de la principal demanda de los trabajadores del metal en la región andaluza: subidas salariales con respecto al IPC (Índice de Precios al Consumo).
Fuentes sindicales han confirmado a EFE que la huelga finalizó esta noche con el respaldo de los sindicatos y los operarios han comenzado a regresar a sus puestos de trabajo con cierta normalidad, aunque durante la mañana en varias factorías ha habido concentraciones de trabajadores y mucha presencia policial.
El fin de la huelga ha sido posible después de que patronal y sindicatos, con mediación de la Junta de Andalucía en el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales, alcanzaran ayer a las 21:00 horas un preacuerdo rubricado por todos los asistentes, que representaban a la patronal del metal, Femca, los sindicatos UGT y CCOO y los mediadores de la Consejería de Empleo.
Detalles del acuerdo
El preacuerdo, al que ha tenido acceso EFE, contempla en su primer punto que el convenio tendrá una vigencia de tres años, desde el 1 de enero de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2023, del que además se pacta una “ultraactividad ampliada de dos años desde su vencimiento”.
En su segundo punto se acuerda la constitución de una comisión que se reunirá cada tres meses, estará integrada por ocho personas, cuatro por la parte empresarial y cuatro por la social, dos de UGT y dos de CCOO, con invitación a participar a los representantes de la Inspección de Trabajo, la Consejería de Empleo, la Seguridad Social y el Servicio Público de Empleo estatal.
Reivindicación conseguida: subida salarial con respecto al IPC
La clave del acuerdo reside en el quinto punto, que señala los incrementos salariales, de forma que en 2021 se fija un incremento fijo del 2 %, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2021, de forma que los atrasos que se generan se abonarán entre noviembre y diciembre de este año.
También precisa que “una vez conocido el IPC real del año 2021, si superase el 2 % se actualizarán las tablas salariales con el 80 % de la diferencia entre el IPC real mencionado y el 2 %, sin que esta actualización genere atrasos de 2021”.
Para 2022 y 2023 se fija un incremento fijo a tablas del 2 % por año, y si el IPC superase el 2 % se actualizarán los salarios en las mismas condiciones que en el año previo. Además, esta hipotética actualización del salario si el IPC aumentara en un año más del 2% se llevaría a cabo con carácter retroactivo. Es decir, contabilizando el salario desde el 1 de enero el año en cuestión
El preacuerdo termina diciendo que si existiera alguna diferencia entre el IPC real respecto a las subidas aplicadas en total, dicha diferencia se incrementará a tablas el 1 de enero de 2024, como base del siguiente convenio colectivo, sin que este incremento a tablas genere ningún tipo de atraso.
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