Conociendo ya que la CUP se abstendría en la votación y que no sería elegido presidente de la Generalitat, Jordi Turull ofrecía un discurso monótono y sin pasión. Alejado de su habitual tono como portavoz, el candidato apelaba a la autonomía más que nunca. Y es que se sabía ya perdedor de la votación en el Parlamento catalán.
Turull no ha dudado en tender la mano a Rajoy y al Rey, en ofrecer “diálogo, diálogo y diálogo” y presentar una Cataluña más autonomista que nunca. De hecho, no ha habido una sola referencia a la República que proclamó el Parlamento catalán el 27 de octubre.
El candidato de JxCat y ERC se presentaba sin apenas levantar la vista de sus papeles. En un discurso que ha durado algo más de una hora, ha dejado claro que tenía “la mano tendida”. “Por nosotros no quedará que haya mano tendida si hay la más mínima respuesta y esperanza de recibir la mano tendida del jefe del Estado o del Gobierno español”, reiteraba.
En un momento dado, eso sí, ha matizado que la búsqueda de diálogo no significa “caer en debilidades, ni renuncias”. Tampoco ha habido menciones a una multiconsulta o a impulsar el proceso constituyente.
El Ple comença amb la intervenció del candidat a la investidura, @jorditurull, que exposa sense límit de temps el seu programa de govern davant la cambra #Parlament pic.twitter.com/XEUrNW2dqm
— Parlament de Catalunya (@parlamentcat) March 22, 2018
Sin apoyos
Jordi Turull se ha presentado ante el Parlamento catalán sin los apoyos necesarios para salir investido. De ahí quizá su apatía y falta de pasión en su discurso. Destellos de un programa económico y social a primera vista casi improvisado y el recuerdo a Puigdemont.
En las gradas de invitados, con cara de circunstancia, Artur Mas. También reflejaban la falta de acuerdo otros como Marta Rovira o el propio Roger Torrent. Todos ellos conscientes de que sin el apoyo de la CUP, la investidura no sale adelante.