El Gobierno de Brasil ha dado un paso en el control del flujo migratorio de venezolanos al país. Y ese ha sido autorizar al ejército a usar la fuerza en el estado de Roraima, al norte del país carioca. Así lo ha anunciado el ministro de Seguridad Pública, Raúl Jungmann, ante la masiva llegada de residentes de Venezuela.
El presidente brasileño, Michel Temer, firmaba un decreto al respecto para dejar al ejército usar la fuerza en caso de que fuera necesario.
La medida ha sido tomada acorde a la ley de Garantía y del Orden y busca mantener el orden y garantizar la seguridad de los inmigrantes en la zona.
Culpa de Maduro
El presidente Temer no ha dudado en culpar a Maduro del éxodo de sus ciudadanos. Provenientes de una Venezuela en crisis que está contagiando al resto de países con los que comparte frontera.
Y es que los estados contiguos están teniendo que hacer frente a la llegada masiva de venezolanos. Lo que les cuesta recursos propios. Algo que ha desatado, además, la xenofobia en algunas regiones de la frontera.
«El problema de Venezuela ya no es una cuestión política interna», ha dicho el presidente brasileño. «Es una amenaza para la armonía de todo el continente», dice.
Jungmann, por su parte, ha explicado que todavía no se conoce la cantidad de efectivos que serán desplegados en el norte del país. Pero ha descartado una posible intervención federal en la región.