A sus 78 años, Bernie Sanders se posiciona ya como favorito en la carrera demócrata a la Presidencia de EEUU. Confirmó su estatus en las primarias de New Hampshire, que ganó este miércoles. Desbanca así a Joe Biden, vicepresidente de Obama y hasta ahora la gran baza demócrata contra Trump. Pero no está solo, ya que ganó por la mínima a Pete Buttigieg, que dio la campanada como ganador en Iowa.
Con solamente experiencia en la alcaldía de una ciudad de apenas 100.000 habitantes, a sus 38 años Buttigieg podría ser la nueva sorpresa demócrata. Amarra con fuerza la segunda posición tras Sanders.
Separados por cuatro décadas de edad, el más mayor en la carrera y el más joven se colocan en cabeza. Sanders logró un 26% de los votos por el 24,4% de Buttigieg. Lo que supone una mínima diferencia. Y es que, ahora mismo, son nueve los candidatos a ocupar el puesto.
New Hampshire es un Estado de 1,3 millones de habitantes. Y reparte apenas 24 de los 1.991 delegados que hacen falta para ganar la carrera demócrata. Pero, como los caucus de Iowa, suponen el primer paso hacia el puesto.
De hecho, la criba de New Hampshire ha hecho caer a dos candidatos. Andrew Yang, empresario de origen asiático, anunciaba su retirada poco después de cerrarse las urnas. Cuando aún ni siquiera habían salido resultados. A los pocos minutos, seguía sus pasos Michael Bennet.
La caída de Biden
Joe Biden era uno de los favoritos a nivel nacional. Hasta los caucus de Iowa. Sus malos resultados en esta primera cita le ha hecho bajar en las encuestas, situándose por detrás de Sanders.
“Esto no ha terminado”, aseguraba contundente. Pero lo cierto es que ni siquiera pasaba la noche electoral en New Hampshire, consciente del resultado incluso antes de saberlo oficialmente.
El vicepresidente de Obama quiere recuperar ímpetu en las siguientes citas. Será en Nevada, en unos nuevos caucus, el próximo 22 de febrero. Después, el 29, llegarán las primarias de Carolina del Sur. Espera mucho Biden de ellas, pues tiene gran tirón entre los votantes hispanos y los afroamericanos.
También será la hora de la verdad para Buttigieg, que tendrá que demostrar si realmente está en la carrera demócrata por enfrentarse a Trump. O su casi victoria ha sido flor de un día.