“Ni mis padres ni las autoridades eclesiásticas oyeron mi llanto. ¿Por qué tampoco Dios lo oyó?”. Son las palabras de una de las víctimas de pederastia. Una mujer que relataba cómo desde los 15 años, y durante más de una década, mantuvo relaciones forzadas con un sacerdote. “Estuve embarazada tres veces y las tres me hizo abortar”, expuso la mujer. Así comenzó la gran reunión en el Vaticano.
Este pasado jueves, el papa Francisco inauguraba la esperada cumbre sobre abusos a menores por parte de miembros del clero. Más de un centenar de jerarcas de la Iglesia Católica se reúnen hasta este domingo en el Vaticano.
“El santo pueblo de Dios nos mira y espera de nosotros medidas concretas y eficaces para poner en práctica”, ha dicho el Papa durante su discurso.
Además, el Pontífice recordó a los cerca de 190 obispos, cardenales y arzobispos presentes la responsabilidad que recae sobre ellos para “discutir juntos, de manera sinodal, sincera y profunda como afrontar este mal que aflige a la Iglesia y la humanidad”.
El encumbrimiento y la falta de empatía por parte de los superiores eclesiásticos es una denuncia que se repite en varios testimonios. Por eso el Pontífice decidió convocar esta reunión el pasado mes de septiembre con la intención de “escuchar el grito de los pequeños que piden justicia”.
Las 10 medidas más destacadas contra el drama de la pederastia
1.- Creación de un ‘vademécum práctico’ que establezca los pasos que las autoridades eclesiásticas deben seguir tras una denuncia.
2.- Informar sobre un caso de abuso a las autoridades civiles y a las autoridades eclesiásticas superiores. Siempre de acuerdo con las normas civiles y canónicas.
3.- Acompañar, proteger y atender a las víctimas, ofreciéndoles todo el apoyo necesario para su completa sanación.
4.- Impulsar iniciativas de formación de los obispos, superiores, clérigos y agentes pastorales. También se fomentarán programas de formación inicial entre los candidatos al sacerdocio. El objetico será concienciar sobre las causas y consecuencias de los abusos
sexuales.
5.- Colaborar con medios de comunicación y personas para distinguir y reconocer los casos verdaderos de los falsos.
6.- Proteger la presunción de inocencia en los juicios por abusos sexuales. La intención será evitar la publicación de listas de imputados antes de la investigación y la condena definitiva.
7.- Realizar evaluaciones de expertos a los candidatos a curas o a la vida consagrada.
8.- Formular códigos de conducta «obligatorios» para los curas o voluntarios para «definir los límites apropiados en las relaciones personales».
9.- Ilustrar información y datos sobre los peligros del abuso y sus efectos y sobre cómo reconocer las señales de estos delitos en colaboración con autoridades civiles.
10.- Instituir un organismo de fácil acceso para las víctimas que deseen denunciar los delitos y que sea independiente de la autoridad eclesiástica local, con expertos clérigos y laicos.
