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Quién es Greta Thunberg y por qué es el símbolo de la COP25 Madrid

Greta Thunberg se ha convertido en el símbolo de la lucha contra el cambio climático. Todo un símbolo para la COP25 Madrid 2019. Su llegada a la ciudad ha sido un terremoto mediático pero, a día de hoy, muchos desconocen quién es esta activista sueca adolescente.

La activista sueca Greta Thunberg
La activista sueca Greta Thunberg

Hija de una cantante de ópera y de un actor suecos, Greta Thunberg cumplirá 17 años el próximo 3 de enero. Pese a no tener aún la mayoría de edad, se ha convertido en la activista contra el cambio climático más conocida del momento. Pero, ¿quién es y de dónde sale la adolescente?

Greta nació en Estocolmo y asegura que oyó hablar del cambio climático por primera vez cuando tenía ocho años. Ya entonces, no entendía por qué se estaba haciendo tan poco para combatirlo. Tres años más tarde, sufría una depresión que la llevó a ser diagnosticada con el síndrome de Asperger, un tipo de autismo y trastorno obsesivo-compulsivo. Lejos de limitarse por ello, Greta lo ha convertido en un «superpoder», como ella misma dice.

Después de lograr que sus padres se hicieran veganos y que dejaran de volar, lo que significó que su madre abandonó su carrera internacional, Thunberg lideró las protestas estudiantiles contra el cambio climático.

Fue el 20 de agosto de 2018 cuando decidió no asistir al colegio hasta que se celebraran las elecciones generales en Suecia. Algo que iba a suceder el 9 de septiembre del mismo año. Tras la ola de calor y los incendios forestales en su país, pedía de esta manera que el gobierno redujera las emisiones de carbono, en base a lo establecido en el Acuerdo de París. Para ello, decidió protestar sentándose todos los días a las afueras del Riksdag. Junto a ella, un cartel en sueco: «Huelga escolar por el clima».

Después de las elecciones, Greta siguió protestando cada viernes. Algo que llamó la atención internacional e inspiró a miles de jóvenes de todo el mundo. De hecho, desde diciembre de 2018, más de 20.000 estudiantes se manifestaron en más de 270 ciudades de todo el mundo.

Multitudinarias en especial fueron la convocatorias del 15 de marzo, 24 de mayo y 20 de septiembre de 2019. Seguían así el movimiento iniciado por Greta Thunberg bajo el nombre de ‘Fridays For Future’. 

COP24

Internacionalmente, Greta daba el salto en la COP24. El 4 de diciembre de 2018 ofrecía un discurso en la cumbre de la ONU por el clima, que se celebró en Katowice (Polonia). Muy dura con los políticos, pedía medidas contundentes para frenar el cambio climático.

A partir de entonces, ha pronunciado conferencias en el Foro Económico Mundial, ante el Comité Económico y Social Europeo, en la marcha mundial 15-M contra el cambio climático, en la Asamblea de Francia o en el Austrian World Summit R20.

También en la sede de la ONU, en Nueva York. Momento en el que fue invitada a participar activamente en la COP25. Hasta la ciudad de los rascacielos llegó Greta en velero. Una travesía que duró 14 días. Junto a ella, Pierre Casiraghi, el dueño de la embarcación; Boris Hermann; el padre de Greta; y el documentalista sueco Nathan Grossman.

COP25

Tras recibir varias condecoraciones y premios, Greta Thunberg se ha convertido en la estrella de la COP25 Madrid 2019. Una cumbre que inicialmente iba a celebrarse en Chile y a la que la sueca llegaba tras una travesía en catamarán.

Greta salía de Hampton (EEUU) el 13 de noviembre. Y llegaba a Lisboa el 3 de diciembre. Junto a ella, los dueños del catamarán, su padre y una tripulante profesional. Desde la capital portuguesa, cogió un tren para llegar a Madrid y participar activamente en la COP25.

Influencia

La influencia de Thunberg se ha dejado notar ya en varios políticos internacionales, que han admitido no hacer lo suficiente contra el cambio climático. Además, filántropos e inversores han patrocinado grupos de huelga escolar y han creado el fondo de emergencia climática.

En Suecia, el número de viajeros de trenes aumentó, multiplicándose la preocupación sobre el impacto de volar. E incluso se ha acuñado el término Flygskam como «vergüenza a volar» por las emisiones de CO2 de los aviones.

Eso sí, no ha estado exenta de polémicas ni críticas. Sin embargo, la joven asegura que nunca se meten con su discurso sino que recurren a su trastorno, su juventud o a su apariencia.

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