El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha nominado a Brett Kavanaugh, juez federal de apelaciones en Washington de tendencia conservadora, para suceder a Anthony Kennedy al frente del Tribunal Supremo.
Kavanaugh, de 53 años, es juez en el tribunal de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia, que a menudo dictamina sobre los principales desafíos a las leyes y políticas federales. Su nominación tiene implicaciones de largo alcance para Estados Unidos, en temas que van desde el aborto o la pena de muerte, hasta las armas de fuego y la inmigración.
Kavanaugh nació en Washington DC y creció cerca del Maryland, donde su madre se convirtió en juez de un tribunal estatal. Es católico y graduado de la Universidad de Yale. Anteriormente había trabajado como consejero del expresidente George W. Bush y fue asistente del juez Antohony Kennedy, a quien precisamente ahora reemplazará en el Supremo.
También trabajó para Kenneth Starr, el consejero independiente que investigó a Bill Clinton en los 90, en un proceso que concluyó con la recomendación de que el entonces presidente fuera juzgado por obstrucción a la justicia y por mentir bajo juramento en el caso de su affaire con la becaria Monica Lewinsky.
En 2009 Kavanaugh escribió un artículo en el que argumentaba que los presidentes debían tener protección ante investigaciones criminales y demandas civiles mientras están en el cargo.
Según los analistas, esta posición podría haber jugado a su favor para la nominación, ya que en un momento dado a la Corte Suprema se le puede pedir que se pronuncie sobre la investigación en curso sobre las posibles injerencias de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, en las que resultó ganador Donald Trump.
Desde el Partido Demócrata han señalado que se opondrán en el Senado a cualquier candidato propuesto por Trump, al considerar que se romperá el equilibrio entre jueces conservadores y liberales que existe en el el tribunal. Pese a ello, tienen pocas posibilidades de frenar la confirmación de Kavanaugh, ya que los republicanos cuentan con mayoría en la Cámara Alta estadounidense (51 contra 49) y no se descarta, además, que entre las filas demócratas haya algún senador que le dé su voto favorable.
Kavanaugh es el segundo juez nominado al Supremo por el presidente Trump, que en 2017 propuso al juez Neil Gorsuch, uno de los miembros más conservadores del tribunal. Cada uno de los nueve jueces que lo componen son elegidos para el cargo de forma vitalicia.
Tonight, it was my honor and privilege to nominate Judge Brett Kavanaugh to the United States Supreme Court. #SCOTUS pic.twitter.com/97clc9zifm
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 10, 2018
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TRUMP ALABA A SU NOMINADO
Durante su anuncio, el presidente Trump dijo que Kavanaugh “tiene credenciales impecables, calificaciones insuperables y un comprobado compromiso con la justicia igualitaria conforme a la ley”.
“Mi filosofía judicial es sencilla. Un juez debe ser independiente y debe interpretar la ley, no hacer la ley”, ha recalcado, por su parte, el nominado de Trump. “Si el Senado lo confirma, mantendré una mente abierta en todos los casos y siempre me esforzaré por preservar la Constitución de Estados Unidos”, ha añadido.