La invasión de Vladimir Putin en Ucrania, a punto de cumplir el aniversario, ha erigido a Polonia como un actor clave en el escenario geopolítico europeo tras asumir el liderazgo en la Europa del este. Su agresividad frente a Moscú le ha reportado una mejor relación con la Unión Europea tras varios desencuentros en años anteriores debido a choques jurídicos entre la ley nacional y comunitaria. Con todo, su relación con Estados Unidos no ha hecho sino fortalecerse con el apoyo armamentístico a Ucrania en la guerra con Rusia.
Polonia y su emergente liderazgo en la Unión Europea se ha producido en un momento delicado para el eje franco-alemán, debido a su insistencia en la vía del diálogo con Rusia para aplacar la invasión de Ucrania. Por contrapartida, la acogida masiva de refugiados ucranianos ha presentado a Polonia como un país solidario comprometido con los valores europeos.
Polonia ocupa el segundo lugar en términos de suministro de armas a Ucrania.
Además, el papel de Varsovia en el contexto geopolítico también debe ir ligado a su gran influencia en la OTAN. Año tras año incrementa su presupuesto en Defensa, hasta el punto de que gasta casi tanto como España, a pesar de tener un PIB inferior a la mitad. El jefe de la oficina del primer ministro, Mikhail Dvorchik, informó ya en mayo de 2022 que su país ocupa el segundo lugar en términos de suministro de armas a Ucrania, solo por detrás de Estados Unidos, con envíos por valor de unos 600 millones de dólares. A eso se suman la ayuda financiera y la acogida de refugiados.
Solidaridad polaca
Desde entonces, la ayuda a Ucrania se ha mantenido en el tiempo, pese a que el goteo de refugiados ucranianos también se ha visto reducido. Las muestras ciudadanas de solidaridad en la región fronteriza, donde muchos polacos alimentan, calientan y visten a las familias ucranianas en sus propias casas y de sus propios bolsillos han conmovido al mundo.
Amistad necesaria con Hungría
El posicionamiento polaco pro-Ucrania, necesariamente anti-Rusia, le está costando al gobierno del PiS serios disgustos con el vecino y aliado en Hungría, Viktor Orban. «No creo que PiS y Fidesz terminen rompiendo por esto», anota politólogo polaco Antoni Dudek en el diario ABC, «el interés común es demasiado significativo para romper esos lazos, aunque sí es cierto que la amistad polaco-húngara no será tan prominente en adelante como lo era antes del 24 de febrero».