Los partidos tradicionales de Francia sufren un duro correctivo en la primera vuelta de las elecciones franceses que han vuelto a empujar a Emmanuel Macron. Así lo han hecho saber los franceses al dar muy poco apoyo a la gaditana Anne Hidalgo, con apenas un 1,7% de los votos obtenido, candidata del histórico partido socialista francés. Tampoco han sido buenas noticias para el partido Los Republicanos, socio del Partido Popular en España, cuya candidata Valérie Pécresse obtuvo menos del 5% de los votos escrutados.
Los socialistas registran su peor resultado tras haber contado con dos presidentes, François Mitteran entre 1981 y 1995 y Hollande en los años 2012-2017. El partido se enfrenta ahora al golpe económico que supone quedar por debajo del umbral del 5%, clave para las finanzas de los partidos políticos ya que permite el reembolso de los gastos de la campaña electoral.
El Partido Socialista Francés se enfrenta ahora a la incertidumbre sobre su supervivencia
La derrota sin paliativos de Hidalgo y Pécresse supone la confirmación del fin del bipartidismo, que se ha alternado el poder en Francia durante los últimos mandatos antes de la llegada de Macron. De hecho, el Partido Socialista Francés se enfrenta ahora a la incertidumbre sobre su supervivencia, además de ponerse en duda la continuidad de Anne Hidalgo al frente de la alcaldía de París.
La derrota deja tocada a la gaditana, cuyas expectativas electorales eran cada vez más bajas al avanzar la campaña. Al final, la realidad se impuso y Macron, Le Pen y Mélenchon copan los primeros puestos de los resultados electorales. Algunos expertos en la política francesa afirman que el llamamiento al voto útil les ha penalizado y gran parte de ese voto se ha ido al partido Francia Insumisa, liderado por Jean-Luc Mélenchon.