La primera ministra británica, Theresa May, ha comparecido este miércoles para dejar clara la defensa de su puesto. Tras confirmarse que se someterá a una moción de censura, ha asegurado que peleará por mantenerse al frente de su partido.
Acorralada por el Brexit, May se enfrentará a una moción que ha acelerado los trámites por la situación que vive Reino Unido. Aunque este procedimiento suele llevar varios días, los plazos se han acortado considerablemente.
Si May no supera la votación, habrá un nuevo líder en las filas conservadoras. Y también, por tanto, un nuevo primer ministro británico. Algo que se puede dar porque se elige al partido, por lo que si el mismo cambia de líder, también se cambia de primer ministro.
En el caso de ser sustituida, May dejaría su puesto a un nuevo líder que tendría que lidiar con los últimos compases del Brexit. Entre ellos, el de la votación en el Parlamento británico.
Dura pelea
May ha dejado claro en su comparecencia que presentará una dura pelea. En la puerta de su residencia oficial, en Downing Street, aseguraba que “voy a pelear con todo lo que tengo”.
A la espera de convencer a los miembros de su partido para que cambien su opinión, May ha recordado que “llevo 40 años en el partido pasando por todos los cargos”. “Me presenté líder porque creo en la visión conservadora de un futuro mejor”, ha dicho.
“Estamos ante un momento crucial y voy a defender mi liderazgo”, ha añadido contundente.
También ha aprovechado para advertir del peligro de un cambio político ahora. “Esto podría poner en riesgo el futuro del país”, ha dicho. “Y no podemos permitirnos esta incertidumbre”, ha apuntado. La primera ministra está convencida de que una moción negativa pondría el control del Brexit en manos de la oposición.
“Estas semanas solo crean división en el momento de estar juntos y servir al país”, ha terminado Theresa May en su discurso.