En un turno de última palabra, Junqueras acudía al Tribunal Supremo para declarar ante el juez Llarena. El trámite es la llamada declaración indagatoria, en la que el juez informa al afectado el auto de procesamiento y le ofrece la oportunidad de pronunciarse al respecto.
Este auto fija los hechos que pueden ser objeto de acusación en el juicio. En la práctica, se dicta cuando el juez da por concluida la investigación. Así, la de este lunes es la última comparecencia de Junqueras ante el instructor antes de pasar al tribunal que se encargará del juicio en los próximos meses.
En prisión por el 1-O, Junqueras ha sido el primer procesado citado. Al igual que en declaraciones anteriores, Junqueras se ha descrito como un hombre de paz: “Creo en la dignidad humana, en el pacifismo y en la convivencia”, ha dicho.
Además, negaba la esencia de lo que se está investigando: “Convocar un referéndum no es delito”, ha dicho.
Al igual que al resto de miembros del Gobierno catalán, Junqueras está acusado de rebelión y malversación. Algo que ha intentado negar el exvicepresidente. “No se ha dedicado un solo euro del presupuesto al proceso”, ha dicho.
Junqueras ha respondido sólo a su defensa, por lo que ni la Fiscalía ni Vox (acusación popular) han tenido turno de preguntas. Por primera vez, además, ha podido estar presente la defensa de Puigdemont.
Sánchez y Cuixart
Tras Junqueras, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart han sido citados también. Ambos han sido trasladados ante el juez. El resto de procesados lo hará en los próximos días.