Durante la sesión de control al Gobierno, el diputado del PDeCAT Feliu-Joan Guillaumes i Ráfols ha intentado hacer pasar una portada de hace cinco años por una actual. Sin importarle la mentira, presentaba la primera plana de la prestigiosa revista ‘The Economist’ en la que se hablaba de batacazo económico de España.
Guillaumes i Ráfols mostraba al resto de diputados presentes en el Congreso una portada en la que, además, venía la fecha de publicación (julio de 2012), asegurando ser un ejemplo más de la respuesta que tuvo la prensa internacional tras el 1-O.
https://twitter.com/alfonsotwr/status/918052336907546624
El diputado comenzaba asegurando que «una imagen vale más que mil palabras» y tras especificar que se trataba del «prestigioso diario ‘The Economist'», mostraba la portada en cuestión. «Esta es la portada del día después [del referéndum ilegal] de ‘The Economist’. Spain, cayendo la ‘s'», decía, mientras recibía los aplausos de los suyos. «Pain en inglés no quiere decir pena, quiere decir dolor. Este titular resume perfectamente lo que ustedes hicieron, señores», terminaba Guillaumes i Ráfols, a quien poco después pillaban en su mentira.
El propio ministro Zoido se mostraba contundente al señalar ante todo el Hemiciclo que ese argumento era falso.
De hecho, la portada de ‘The Economist’ de este mes, sí que refleja el conflicto catalán, pero no tiene nada que ver con la que mostraba el diputado de PDeCAT, ya que titulaba «Punto muerto» junto a una fotografía de jóvenes en una manifestación independentista mostrando esteladas.
Catalonia is on the brink of declaring independence but it's not too late to step back from the calamity. Our cover this week pic.twitter.com/9BOyAdF96r
— The Economist (@TheEconomist) October 5, 2017
En el tuit, además, ‘The Economist’ recogía que «Cataluña está a punto de declarar la independencia, pero no es demasiado tarde para retroceder en esta calamidad. Nuestra portada esta semana».
Pese a que algunos podrían ver en la mentira algo sin mucha trascendencia, lo cierto es que las sesiones y todo lo dicho en el Congreso quedan registradas por si tuvieran que ser revisadas.