Ha sido este lunes cuando TV3 ha mostrado su rebelión a la aplicación del 155. Los trabajadores de la televisión pública catalana celebraban una asamblea en la que han acordado “no reconocer la autoridad” que les sea impuesta si la cadena es intervenida por el Gobierno de Rajoy.
En un comunicado de 6 puntos, 5 de los cuales habla directamente de la aplicación del artículo y el último es una clara amenaza al Ejecutivo central, TV3 se reafirma en rechazar el 155, carga contra la voluntad de intervención y amenaza con no cumplir órdenes.
A través de su perfil en Twitter, el comité de trabajadores de TV3 compartía el texto en el que destacan 6 puntos principales.
MANIFEST de L’Assemblea de treballadors de TV3 https://t.co/ahdSPN7ff4 pic.twitter.com/JY39qQmvug
— Comitè Empresa TV3 (@comitedetv3) October 23, 2017
1. La plantilla rechaza “frontalmente” y “denuncia la voluntad del Gobierno español de intervenir el Gobierno de la Generalitat, destituir al Ejecutivo catalán, ocupar las consejerías y amenazar el derecho a la información de la ciudadanía”, aseguran, haciendo referencia a la intervención de TV3 en caso de aplicar el 155.
2. TV3 recuerda que a los directivos de la corporación catalana audiovisual sólo los puede nombrar y destituir el Parlamento catalán y son los únicos que los trabajadores “reconocemos como responsables de cumplir con el servicio público que tenemos encomendado”.
3. La cadena pública catalana asegura que apelará a todas las instancias “europeas e internacionales” para defender el derecho a la información.
4. La plantilla de TV3 deja claro que seguirá trabajando bajo los principios de la Ley de la Corporación “para garantizar una información veraz y rigurosa y una programación de calidad para toda la ciudadanía, y defenderemos estos valores ante cualquier intento de vulnerarlos”.
5. El comité de empresa pide la retirada de lo que llaman “aplicación extrema” del 155 y reclaman al Senado que rechace la medida, dirigiéndose especialmente a los senadores catalanes.
6. El último punto no deja de ser una amenaza al Gobierno de Rajoy, asegurando que no cumplirán el mandato ni la ley y rechazarán someterse a las órdenes de los nuevos directivos si llegan. “No tendremos más remedio que no reconocer su autoridad”, dicen.