Un equipo internacional de científicos aseguran haber encontrado posibles indicios de vida en Venus, el planeta más cercano a la Tierra. Científicos europeos, estadounidenses y japoneses han detectado en las nubes de Venus trazas de una molécula poco común, la fosfina, indicativa de la potencial presencia de vida en el planeta. En la Tierra, este gas es producido por microbios que habitan en entornos libres de oxígeno.
La nueva investigación que podría apuntar a la existencia de vida “aérea” extraterrestre se publicó en Nature Astronomy. La responsable del equipo, Jane Greaves, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) afirma en el comunicado del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) que “cuando obtuvimos los primeros indicios de fosfina en el espectro de Venus, ¡fue un shock!”. Las primeras observaciones de este grupo de científicos fueron llevadas a cabo en el año 2017 mediante el Telescopio James Clerk Maxwell, situado en Hawai.
El grupo, formado por investigadores de Reino Unido, Estados Unidos y Japón, buscó así confirmar los datos mediante tecnología complementaria, algo que fue posible en el 2019 gracias a ALMA, un radiotelescopio más potente situado en el desierto de Atacaba en Chile. Según informa La Vanguardia, ambos aparatos miden la composición de las ondas que emiten los diferentes materiales, los diferentes espectros.
Aunque las nubes altas de Venus presentan agradables temperaturas de hasta 30 grados centígrados, son increíblemente ácidas
El equipo estimó a partir de las marcas obtenidas en los espectros que la fosfina existe en las nubes de Venus en una concentración muy pequeña: una veintena de moléculas por cada mil millones. Con esta premisa, realizaron cálculos para ver si dichas cantidades podían provenir de procesos naturales no biológicos en el planeta. Así lo explican los expertos en el estudio: “Si ningún proceso químico conocido puede explicar la fosfina en la atmósfera superior de Venus, entonces debe producirse mediante un proceso que antes no se consideraba plausible para las condiciones de Venus. Esto podría ser fotoquímica o geoquímica desconocidas, o posiblemente vida”.
Aunque las nubes altas de Venus presentan agradables temperaturas de hasta 30 grados centígrados, son increíblemente ácidas (alrededor del 90% de su composición es ácido sulfúrico), lo que plantea problemas importantes para cualquier microbio que intente sobrevivir en ese entorno. Por su parte, los investigadores creen que este descubrimiento es significativo porque pueden descartar muchas formas alternativas de producir la molécula recientemente detectada, pero también reconocen que confirmar la presencia de vida necesita de mucho más trabajo.
Entusiasmo y escepticismo
El hallazgo de indicios de vida microbiana en el planeta Venus ha sacudido los cimientos de la comunidad científica internacional, que ha acogido este anuncio con una mezcla de entusiasmo y escepticismo. Los propios autores del estudio, dirigido por la Universidad de Cardiff, reconocen que “la idea de vida en Venus se enfrenta a sustanciales problemas conceptuales”.
El descubrimiento no permite afirmar con rotundidad que haya vida microbiana extraterrestre pero, según los expertos, indicaría que el planeta tiene el “potencial” de albergar o haber albergado vida. David Barrado, investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) opina en RTVE.es que “hay que tomarse esta noticia con la filosofía de Carl Sagan, que decía que las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias”. El experto destaca el ambiente “hostil” de Venus, y ve “complicado” que allí “haya sobrevivido un nicho ecológico, un reservorio de vida”. Opina que “puede haber ocurrido, pero sería absolutamente extraordinario”, y pide que se realice “más investigación para verificar el hallazgo de manera independiente y de diversas formas”.
