Este jueves fue posiblemente uno de los días más tristes en la trayectoria política de Jordi Turull. El rostro del candidato de JxCat a la investidura era el fiel reflejo de la preocupación y la pesadumbre, igual que su discurso apagado y sin alma. Y es que el hombre que ayer pudo convertirse en presidente de la Generalitat, pero que vio cómo la CUP echaba por tierra sus planes, hoy puede acabar el día en la cárcel.
Tras acabar el pleno de investidura, Turull cogió un coche para desplazarse a Madrid, donde este viernes tiene una cita trascendental en el Tribunal Supremo. El juez Llarena le procesará en la causa por el proceso independentista y revisará su situación de libertad provisional.
En el independentismo han asumido que la posibilidad de que Turull, así como Jordi Rull, Carme Forcadell, Marta Rovira, Raül Romeva y Dolors Bassa, duerman esta noche en la cárcel es más que real. Por eso, tras el palo de su investidura fallida, el exconseller se despidió de sus hijas, preparado para quizás no verlas en un tiempo.
EMOTIVAS PALABRAS
Turull publicó una fotografía de ese abrazo con el siguiente mensaje: “Laura, Marta, os lo he dicho siempre pero ahora más. Gracias por estar ahí hoy. Os quiero tanto y tanto que no encuentro las palabras. Siempre os quiero poder mirar a los ojos“.
Laura Marta us ho he dit sempre però ara més. Gràcies per ser-hi avui. Us estimo tant i tant que no trobo les paraules !!! Sempre us vull poder mirar als ulls. pic.twitter.com/e4JbJSVZ6s
— Jordi Turull i Negre (@jorditurull) March 22, 2018