La relación entre el Gobierno y los independentistas sigue escenificando desencuentros, pero se siguen necesitando. Tras estallar el caso Pegasus, la relación entre el Ejecutivo nacional y regional ha vivido una serie de episodios fríos que han cristalizado en el encuentro de hoy entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el president de la Generalitat, Pere Aragonès. Tanto la parte socialista, como el lado independentista saben que deben enfriar relaciones tras el elevado tono de los últimos días. Los dos se necesitan. Sánchez, sin el apoyo de ERC, se vería abocado a una crisis en el gobierno de coalición sin uno de los socios más importantes. ERC, por su parte, gobierna en 18 ayuntamientos catalanes con el apoyo del PSC, partido con el que también cuenta para la reforma de la inmersión lingüística en Cataluña y la renovación de la cúpula de TV3.
Sánchez y Aragonès han coincidido en Barcelona en la clausura de las jornadas anuales del Cercle d’Economía y han mantenido una conversación en la que el president le ha urgido a un cara a cara ante una situación que, según fuentes de la Generalitat, le ha trasladado que es «muy grave».
El jefe del Ejecutivo ha aceptado ese encuentro, según ha informado Moncloa, porque considera que hay que resolver la situación y hay que pensar en los ciudadanos catalanes. La charla entre ambos, de dos minutos y medio y de pie, ha sido a a la llegada de Sánchez a la entrada del hotel en el que se han celebrado las jornadas del Cercle.
El presidente del Gobierno ha saludado primero al jefe del Govern y después al resto, y al concluir los saludos se ha dirigido de nuevo al lugar en el que se encontraba Aragonès y ha conversado con él mientras esperaban la llegada a ese punto de Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
Aragonès ha acudido por la presencia de la presidenta de la Comisión y se ha quedado junto a ella a escuchar el discurso del presidente del Gobierno aunque no lo ha aplaudido al finalizar como sí ha hecho el resto de asistentes.
En una entrevista en Catalunya Radio antes de su encuentro con Sánchez, Aragonès había afirmado que la confianza con el Gobierno «está rota, está a cero»
Ha sido mientras esperaban a Von der Leyen cuando Aragonés ha expuesto a Sánchez que la situación provocada por el espionaje es muy grave y que es necesario que se vean de forma «urgente» para tratar este asunto. El presidente del Gobierno ha respondido afirmativamente a esa petición en consonancia, según las fuentes del Gobierno, con su apuesta por el diálogo a la que se ha referido en su intervención en la clausura del Cercle.
En una entrevista en Catalunya Radio antes de su encuentro con Sánchez, Aragonès había afirmado que la confianza con el Gobierno «está rota, está a cero» y que si el presidente quiere reconstruirla «es imprescindible actuar con transparencia y asumir responsabilidades».
Del espionaje ha hablado la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Nadia Calviño, quien, en una entrevista en TV3, ha explicado que «normalmente el Gobierno no sabe cómo los servicios de inteligencia» logran sus informaciones y que «no ha habido una orden política para ese espionaje».
Por su parte, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha mostrado en las redes sociales su indignación por los hechos: «Iros a la mierda todos los que habéis violado nuestras vidas y las de nuestras familias».