La líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, ha sido detenida este miércoles tras la petición de la Fiscalía de Lavado de Activos de Perú. La mandataria, que encabeza la oposición peruana, está siendo investigada por supuesto manejo irregular de fondos para la campaña en las elecciones de 2011. De momento, Fujimori quedará bajo arresto preventivo durante diez días.
La orden de detención tiene que ver con el llamado ‘caso cócteles’. Afecta a Fujimori pero también a otras 19 personas. Entre ellas, los exministros Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya.
Hija mayor de Alberto Fujimori, -hoy también en problemas judiciales-, Keiko era detenida después de acudir a un tribunal de Lima para ser interrogada. Lo hacía junto a su marido, el norteamericano Mark Vito.
La justicia peruana investiga las presuntas aportaciones de la constructora Odebrecht a las campañas de la heredera Fujimori. La empresa es epicentro de una red de cobro de sobornos a cambio d obra pública en toda América Latina.
Tanto el primer ejecutivo de la empresa como su representante en Perú han admitido que aportaron dinero a la campaña de Keiko Fujimori. Concretamente, hasta 1,2 millones de dólares. El dinero procedía, aseguran, de fondos «no contabilizados». Es decir, de una contabilidad paralela de la empresa.
Organización criminal
En la solicitud de la detención, la fiscalía peruana afirma que los 20 investigados formaron una «organización criminal» en el seno del propio partido político que tenía entre sus fines obtener el poder.
Para ello, recibía aportes ilícitos provenientes de actos de corrupción del grupo Odebrecht en Perú y en el mundo. Para luego, estando en el poder, le devolviese el favor con «el favorecimiento judicial». Según el fiscal, Fujimori tuvo el «liderazgo y jefatura» de la organización criminal.