Todas las tropas rusas que quedaban en los alrededores de Kiev y la localidad de Chernígov, en el norte de Ucrania, se han retirado de esas zonas, afirmó ayer un funcionario de alto rango del Departamento de Defensa de EE.UU.
En una llamada con periodistas, el funcionario indicó que, de acuerdo con los datos de que dispone, todos los soldados rusos desplegados en esas áreas se han replegado para dirigirse a Bielorrusia y Rusia con el fin de «reconsolidarse y reajustarse».
Mariúpol resiste
Mientras, EE.UU. no ha detectado «cambios reales» en la situación en el este o el sur de Ucrania.
«Mariúpol sigue aislada, pero los rusos no se la han asegurado pese a las informaciones de fuentes abiertas de lo contrario, de los ucranianos entregando Mariúpol, evaluamos que eso no ha ocurrido», dijo el funcionario estadounidense.
Uno de los asesores de la Presidencia ucraniana, Oleksiy Arestovych, aseguró este miércoles 6 de abril que los rusos han perdido parte de su potencial ofensivo y que ahora están dotando de personal y redistribuyendo sus tropas en un intento de continuar la ofensiva sobre la asediada Mariúpol, en el sur, y en la región de Járkov.
«En el resto de los sectores del frente, el enemigo ha sido detenido, especialmente en las regiones de Kiev, Sumy y en casi toda el área de Chernígov», que hasta ahora habían sido muy castigadas por el Ejército ruso desde que invadió el país el pasado 24 de febrero, precisó el asesor.
Nuevo objetivo de Putin: el este de Ucrania para abrir una vía con Crimea
EE.UU. y las autoridades militares ucranianas sostienen que Rusia quiere reorientar su ofensiva a partir ahora en el este ucraniano para controlar las regiones de Donetsk y Lugansk, las autoproclamadas repúblicas independientes reconocidas por Rusia, que las controla de facto.
Al menos 1.480 civiles ucranianos han muerto en su país desde que comenzó la invasión rusa hasta el 4 de abril, según los últimos datos de la oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, que contabiliza también 2.195 heridos.