Las relaciones entre Rusia y China siguen estrechándose. El comienzo simultáneo de las mayores maniobras militares rusas desde la Guerra Fría, en las que participan 3.200 soldados chinos, y del 4º Foro Económico Oriental, no ha sido coincidencia. Tanto Moscú como Pekín han querido mandar a Estados Unidos un mensaje muy claro de unidad frente al enemigo común.
Esta alianza se escenificó este martes en Vladivostok, donde el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, se reunieron para discutir sobre sus relaciones económicas y sobre Corea de Norte. Pero ambos líderes también tuvieron tiempo para la distensión y disfrutaron de unos blinis con caviar cocinados por ellos mismos antes de brindar con un chupito de vodka.
Desde su ascenso a la secretaría general del Partido Comunista Chino en noviembre de 2012, Xi y Putin se han reunido 27 veces y se han esmerado en sacar brillo a su cordial relación. El presidente ruso impuso al chino en 2017 la orden de San Andrés, la mayor condecoración desde el tiempo de los zares, y el pasado junio, Xi honró a Putin con la primera Medalla de la Amistad de la historia de China.
Estos gestos, unidos a múltiples declaraciones de que las relaciones entre los dos países se hallan “en su nivel más alto” (Putin) y son “maduras, estables y sólidas” (Xi), revelan el interés de ambos líderes por hacer de su cooperación una historia de éxito.
Ambos mandatarios comparten el sentimiento de que sus naciones han sido víctimas de Occidente, que no las ha tratado, ni las trata, como se merecen, y están empeñados en que sus países recuperen el prestigio perdido.
La geopolítica y la química entre Vladimir Putin y Xi Jinping acercan a dos gigantes con una historia turbulenta. Hoy mandan los lamentos contra Donald Trump: la cruenta guerra comercial en el caso chino, las sanciones económicas en el ruso.
“Socios y buenos vecinos”
Al término de su encuentro de este martes, el presidente chino pidió un frente común ante las “acciones económicas hostiles” en un discurso con sobradas alusiones implícitas a Washington.
“Vemos actos unilaterales y medidas económicas hostiles, pero Rusia y China son socios y buenos vecinos. Mantenemos una cooperación sólida, un interés histórico notable en mantener y fortalecer nuestros respectivos países. Entramos en una nueva era de cooperación, y juntos podremos hacer frente a los desafíos y riesgos con los que nos encontramos”, afirmó.
China y Rusia aspiran a que este año el comercio entre ambos llegue a los 100.000 millones de dólares, según apuntó esperanzado Putin. En el primer semestre, ya sumaba la mitad de esa cantidad. El año pasado, la relación bilateral sumó 87.000 millones de dólares.
“La parte rusa y la china han confirmado su interés en usar de modo más activo las divisas respectivas en los intercambios bilaterales. Eso aumentará la estabilidad de los servicios bancarios en las exportaciones e importaciones, ante las actuales condiciones de riesgo en los mercados globales”, agregó el presidente ruso.
Los dos países firmaron una serie de acuerdos empresariales de colaboración económica en los márgenes de la reunión, en áreas como las finanzas o el comercio electrónico.