El acoso insufrible que soportan las reporteras en el Mundial de Rusia es diario. Y si no, que se lo pregunten a María Gómez, que vivía dos encontronazos machistas en apenas 24 horas.
Hace unos días, María Gómez aprovechaba el espacio del programa de Nico Abad en BeMad para denunciar el acoso que sufrían las reporteras. La periodista contaba que ella y su compañera Cristina también habían vivido situaciones parecidas. Tanto es así que habían dejado de hacer directos desde la calle.
Sin embargo, sólo horas después, María tenía que volver a grabar en las calles de Moscú. Y era allí donde sufría el primer momento de acoso machista. Un aficionado se acercaba a ella y le daba un beso en la mejilla, saliendo corriendo después.
Moscú. Hoy mismo.
Quería aparcar un poco este tema, pero he decidido publicar el vídeo para que esos que dicen que exageramos y que esto son sólo bromas me expliquen dónde está aquí el chiste, por favor. Es que yo no le veo la gracia y sigue sin parecerme normal. Un saludo. pic.twitter.com/lzNkXgDxYG
— María Gómez (@maria__gomez) June 30, 2018
María reconocía que quería haber apartado “un poco este tema”, pero decidía publicar el vídeo. “Para que esos que dicen que exageramos y que esto son sólo bromas”, explicaba. La periodista dejaba claro que “no le veo la gracia y sigue sin parecerme normal”.
Unas imágenes que no llegaron a salir a la luz en Telecinco porque se trataba de una grabación y pudieron eliminarlas del montaje final. Pero que sí han causado una gran indignación en Twitter.
Apenas 24 horas después, María vivía otro momento insufrible. Esta vez se trataba de un aficionado español que le preguntaba su nombre: “¿Cómo te llamas, guapa?”. La reportera respondía tajante de inmediato: “María, pero lo de guapa no hace falta. María, periodista”, decía.
Y el/la mejor del partido entre #EspañaRusia es @maria__gomez !!!#WorldCup #ESP #Rusia2018 pic.twitter.com/dN0Fxpr7H8
— Ismael Cobos (@IsmaelCobos) July 1, 2018
Muchos aplaudieron la rápida respuesta de María Gómez, señalando que eso también era una situación totalmente machista. Sobre todo, porque de ser un hombre el periodista, el aficionado no se habría dirigido a él de esa forma.