Mientras el resto del mundo compartía imágenes de celebraciones familiares o fiestas con amigos, Puigdemont y Junqueras comenzaban el año enviando mensajes políticos en sus cuentas de Twitter. Y aunque los dos tienen puntos en común, sin duda son tuits muy diferentes.
Desde Bruselas y después de dar un mensaje a sus ojos ‘institucional’, Puigdemont compartía un largo tuit en el que recordaba que “España tiene presos políticos por defender sus ideas”. Con una foto en la que aparece una urna y las palabras “love” (amor) y democracia, el expresidente catalán asegura que “es el momento que salgan en libertad”.
“Hoy, 3 meses después del #1Oct, agradecer de nuevo la valentía de tantos para hacer realidad el sueño de la #RepúblicaCatalana”, terminaba su mensaje.
Vull començar el 2018 recordant que a Espanya hi ha #PresosPolítics per defensar les seves idees. És el moment que surtin en llibertat, sense més dilacions. I avui, 3 mesos després de l'#1oct, agrair de nou la valentia de tants per fer realitat el somni de la #RepúblicaCatalana pic.twitter.com/HY3VDyfTFv
— Carles Puigdemont (@KRLS) January 1, 2018
Por su parte, Oriol Junqueras se mostraba mucho más escueto. El líder de ERC simplemente ponía la fecha del 1 de enero de 2018. Junto a ella, recordaba que llevaba ya “60 noches en la prisión”.
https://twitter.com/junqueras/status/947938293236281346
Antes, sólo retuits de mensajes que recordaban a Junqueras. Entre ellos, un par de Gabriel Rufián o también de Carles Mundó.
El mismo 31 de diciembre, Junqueras sí enviaba un tuit algo más largo. En él, comentaba que “iniciamos un nuevo año y como siempre hemos hecho”. “Vamos a actuar siguiendo los valores universales del diálogo, la paz, la concordia y el amor”.
“Hemos sido capaces de grandes hazañas, cada uno de vosotros. Desde la diversidad pero unidos. El camino continúa y lo haremos juntos. Amaos”, terminaba Junqueras, que pedirá su libertad en los próximos días.
https://twitter.com/junqueras/status/947556362845868032
Será este próximo 4 de enero cuando Junqueras se presente ante el juez del Supremo. Tendrá que convencer a Pablo Llarena de que ya es momento de dejarlo en libertad condicional. Con ese objetivo, Junqueras ha empezado el año abrazando la contención y prometiendo diálogo.
Y es que Junqueras sabe que si hay alguna forma de convencer al juez, ésta viene siempre desechando la vía unilateral.