Un grupo de personas ha quemado la noche de este martes fotos del Rey Felipe VI ante el Ayuntamiento de Banyoles (Gerona) para celebrar la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de condenar a España por una sentencia contra dos jóvenes por una acción similar.
Un centenar de persones celebren a Banyoles la sentència del Tribunal d'Estrasburg cremant fotos del rei pic.twitter.com/9llncHWw04
— Ràdio Banyoles (@radiobanyoles) March 13, 2018
#Celrà foc als borbons #JoTambéCremoLaCorona pic.twitter.com/NNt3MDuHzg
— Dani #Llibertat (@danicornella) March 13, 2018
Eps @SantiVila si ets per Banyoles, abans no et fotem fora, perquè no t’acostes a l’Ajuntament a les 20.00h pic.twitter.com/u13wHWux0S
— Non Casadevall i Sala (@noncasadevall) March 13, 2018
La concentración tenía por objetivo festejar la condena hecha pública este martes que obliga a indemnizar a los dos condenados por la Audiencia Nacional en 2008 por un delito de injurias a la Corona por quemar una foto de los Reyes en una manifestación en Gerona en 2007.
La convocatoria pedía llevar una foto del Rey y unirse a un brindis con cava para demostrar que no hay miedo “a ejercer la libertad de expresión y la crítica contra la monarquía posfranquista”, según afirma en su cuenta de Twitter la CUP del Pla de l’Estany (Gerona).
A Banyoles ho tenim clar! Cava i foc!!!! pic.twitter.com/KGh6rRedVb
— CUP Pla de l'Estany (@cupbanyoles) March 13, 2018
EL CONGRESO RECHAZA DESPENALIZAR LAS INJURIAS AL REY
Apenas unas horas después de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, el Congreso se ha manifestado en contra de despenalizar las injurias a la Corona y los ultrajes a España a raíz de una proposición de ley presentada por ERC para amparar todos esos actos dentro de la libertad de expresión.
Sin embargo, PP, PSOE y Ciudadanos han tumbado la iniciativa por pretender legalizar la “calumnia”, la “mentira” y la “humillación”. Por contra, Unidos Podemos, PNV, PDeCAT, Compromís o EH Bildu se han posicionado a favor de la despenalización de estos delitos y se han agarrado precisamente a la sentencia de Estrasburgo para reforzar su posición