Apenas cien personas asistían a la inauguración de una nueva ’embajada’ catalana. Esta vez, en Dinamarca, pero que servirá para dar servicio a los países nórdicos, según anuncia la Generalitat en su perfil de Twitter. Dos únicas fotos y una escueta línea para mostrar lo que fue un acto fracaso de potenciar la independencia catalana en Europa.
El #president @KRLS, acompanyat de #conseller @raulromeva, inaugura la Delegació del Govern de la Generalitat als Països Nòrdics pic.twitter.com/JEu0js6mVQ
— Govern. Generalitat (@govern) August 30, 2017
Como ya le ocurriera en otras ocasiones, Puigdemont no fue recibido por ningún miembro del Gobierno o instituciones danesas, que le han dado plantón al entender que no se trata de ningún acto oficial español.
El escaso centenar de personas que acudían a la inauguración no lograban llenar el patio de la sede catalana en Copenhague. La mayoría de ellos, catalanes residentes en la capital de Dinamarca. Puigdemont, que viajaba con el consejero de Asuntos Exteriores y Relaciones Institucionales, Raúl Romeva, esperaba con este acto lograr un respaldo internacional a su proceso a un mes del referéndum ilegal. Ni por esas lo logró. El Gobierno danés dio la espalda a una reunión de Puigdemont con el ministro de Exteriores del país y evitó en todo momento la foto que el presidente catalán busca con ansia.
Puigdemont ofreció un discurso tras el que no admitió preguntas y pretendió poner en valor a Cataluña manteniendo el pulso independentista y contando las virtudes que ofrecería una Cataluña separada.
Pero sin el apoyo de las autoridades danesas en particular ni de las europeas en general, Puigdemont asistió a un acto que fue todo un fracaso y del cual ni siquiera ha querido dar impulso en Twitter.
Su último tuit es de hace dos días, cuando compartió un vídeo extraído de su entrevista en Facebook Live donde, entre otras cosas, aseguró que una Cataluña independiente tendría que contar con su propio ejército para defenderse de las amenazas externas.