Se convirtió en una de las heridas más conocidas del 1-O porque su testimonio desgarrador intentaba hacer ver la brutalidad policial. “Me han roto todos los dedos uno a uno”, decía entonces. Días después, se descubría su mentira, demostrándose que sólo sufría una capsulitis, -una inflamación-, en uno de sus dedos.
Tras conocerse esa mentira, muchos comenzaron a promover un boicot contra su tienda ecológica, La Catxaruda. Los mensajes que podían leerse al respecto llamaban a no sólo no comprar sino a poner malos comentarios en la web y en Google empresas, donde tiene la peor puntuación posible.
https://twitter.com/JetasdePalacio/status/915867863562489856?ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=http%3A%2F%2Fwww.abc.es%2Fespana%2Fabci-twitter-boicotean-catxaruda-tienda-ecologica-mujer-aseguro-habian-roto-dedos-mano-201710091119_noticia.html
“Hicimos un pedido y nos llegaron varias cosas podridas y lo que no estaba podrido no era de calidad (…). No volveremos a comprar ni yo ni mis socios”; “Venden verduras pasadas, y justifican el aspecto diciendo que es ecológico. Cierto olor a cebolla sudada impregna el género. El precio, acorde a las pretensiones y humos que se dan. Negocio y proveedor a evitar”; o “Mal servicio y malos productos, se te hunden los dedos”, son algunos de los comentarios que pueden leerse en las reseñas de Google.
El boicot ha llegado a tal extremo que Marta Torrecillas ha cerrado la web de su negocio y hasta su perfil de Facebook, según ha denunciado. La concejal de ERC sólo mantiene su perfil en Twitter, donde no es muy activa desde el pasado 1-O.