El interior del castillo de Windsor ha sido el escenario elegido por Harry y Meghan para presentar a su hijo al mundo. La pareja llegaba con el pequeño envuelto en una mantita, en brazos de su padre y dormido. Muy emocionada, la duquesa de Sussex contaba cómo han sido estos días. “Ha sido una experiencia muy emocionante, mágica”, aseguraba.
Sin poder contener alguna que otra lágrima, Meghan Markle aseguraba tener “a los dos mejores chicos del mundo”. Del pequeño, decía que “tiene un carácter dulce, muy calmado”. Y de hecho, el niño ni se ha inmutado ante los flashes y el ruido de los periodistas.
Pese a que los comentarios sobre a quién se parece ya se han desatado, Harry decía que aún es “pronto” para saberlo. Porque, añadía, “los bebés cambian cada día”. Además, Meghan contaba que el bebé ya conoce a toda la familia.
Conocido ya como ‘baby Sussex’ y a la espera de saber qué nombre le pondrán, el pequeño protagonizaba así su primer posado oficial. El niño nacía el pasado lunes a las 05:26 horas de Londres y pesó 3,260 kilos.
De blanco
Para su aparición ante la prensa, después de algo más de un mes sin agenda pública, Meghan escogía un vestido en color blanco. De escote en pico, abotonado por delante y ceñido a la cintura con un cinturón en forma de lazada. El diseño escogido por la duquesa dejaba clara su figura postparto, dando normalidad absoluta a su aún abultada tripa.
Algo que ya hizo su cuñada, Kate, con los posados tras los nacimientos de sus tres hijos.

Harry de Inglaterra y Meghan Markle con su hijo