La situación en Costa Rica con los refugiados que llegan desde Nicaragua comienza a ser difícil. Los brotes de odio y xenofobia se repiten y 3 son las claves que están llevando al conflicto social. El primero, la economía, seguido de la inseguridad ante la avalancha de migrantes y terminando por las ‘fake news’, que no ayudan a calmar los ánimos.
Todo un cóctel de factores que comprometen la política de acogida de refugiados, que no dejan de llegar meses después de estallar las revueltas en Nicaragua.
Los problemas económicos del propio Gobierno de Costa Rica están lastrando su ayuda a los refugiados. El Ejecutivo tiene un estrecho margen político, sobre todo tras la manifestación del pasado fin de semana en la capital costarricense, San José.
El Gobierno de Carlos Alvarado, que apenas lleva 100 días, negocia una reforma fiscal mientras que ha otorgado estatus legal temporal a más de 23.000 nicaragüenses que han solicitado asilo. Lo que supone, sin duda, un fuerte gasto de presupuestos.
Los más críticos también señalan riesgos como la presión sobre el mercado laboral. O la supuesta posibilidad de enfermedades importadas. También la inseguridad ante el posible ingreso de delincuentes o de sandinistas dirigidos por su presidente para perseguir opositores y provocar desórdenes.
La segunda de las claves del odio es la inseguridad. Muchos creen que es un grave problema ahora en Costa Rica. El asesinato de una turista española en el Caribe desató todas las alarmas. Y es que el sospechoso es de Nicaragua. Sirvió a muchos para reforzar la relación entre inmigración y delincuencia.
‘Fake News’
A los factores sociales y económicos se une otro no menos importante, el de las ‘fake news’. Sin duda, no ayudan a calmar los ánimos. Perfiles en Facebook creados expresamente para difamar a los refugiados nicaragüenses se están multiplicando.
Información sesgada e incluso inventada sobre robos, asaltos o violaciones supuestamente cometidos por los que llegan de Nicaragua. Acusaciones infundadas en la mayoría de casos que solamente incitan al odio y la violencia contra los migrantes.