Los 14 gobiernos que conforman el Grupo de Lima se reunían este lunes en Canadá, donde tomaron dos decisiones importantes. La primera, aceptar a Venezuela en el organismo, a petición de Juan Guaidó. Y la segunda, rechazar el diálogo. Además, dieron un toque de atención a la UE por intentar impulsar precisamente una mesa de diálogo.
Creado en 2017 para precisamente buscar una salida pacífica a la crisis en Venezuela, el Grupo de Lima se sumaba a la llamada de Trump para reconocer a Guaidó como presidente.
Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana, Santa Lucía y México acordaron también sumar esfuerzos para destinar la ayuda humanitaria a la población venezolana. De todos ellos, sólo México se ha resistido a reconocer a Guaidó.
Lo que sí hicieron por unanimidad es aceptar el ingreso de Venezuela. Fue el opositor Julio Borges, en nombre del autoproclamado presidente, el que solicitó el ingreso del país.
También decidieron rechazar cualquier iniciativa internacional para fomentar el diálogo. Porque lo consideran, dicen «maniobras dilatorias».
Toque de atención a la UE
El Grupo de Lima daba también un toque de atención a la UE y rechazaban su propuesta de diálogo. Desde Europa, se pretende reunir en Montevideo el 7 de febrero una conferencia para fomentar el diálogo en Venezuela.